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A partir de la Olimpiada Nacional (ON) del año pasado los deportistas que decidan el cambio de entidad, por razones deportivas, tuvieron que solicitar la autorización de la institución recreativa correspondiente, una vez finalizada la máxima justa deportiva del país y esperar 15 días hábiles para su aprobación o no.

    Este capítulo tiene el objetivo de frenar un poco el éxodo de atletas que padecen entidades como la tabasqueña.
    Las potencias deportivas de la República mexicana, aprovechan su condición de mejores apoyos para los deportistas sobre estados que carecen de la capacidad económica para ofrecerles a sus atletas un mejor estatus de vida, y los convencen de vestir sus colores en competencias oficiales. Obviamente, esto no representa delito alguno, porque se enmarca dentro de un sistema capitalista como el mexicano.
    Sin embargo, a través del tiempo se colocaron ciertos candados que hasta ante de la ON 2014 al parecer no eran suficientes, por eso la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) instrumento la nueva medida, que en la entidad ya tuvo su primera consecuencia después que varios atletas cambiaron sus residencia hacia otras partes del país.
    Xavier López Lozano, medalla de plata de la última ON, en tae kwon do, se marchó a Chiapa, al parecer con la aprobación de su respectiva asociación, pero al pedir su baja al Instituto del Deporte de Tabasco (Indetab), como no lo hizo en tiempo y forma de acuerdo a la normatividad actual, la dependencia la impugnó.
    El Director General del Indetab, licenciado Carlos José Dagdug aseguró al respecto obviamente no vamos a dar la baja.
    Este año lo más seguro que no compita ni con nosotros ni con ellos (Chiapas). Con esto el servidor público dejó claro: De alguna forma tenemos que cerrar el éxodo de nuestros atletas.
    Buena o no la medida, esa es la regla que existe en relación al cambio de entidad. Es natural que ante tal requisito, pocos atletas se expongan a comprometerse con otros entes y con esto ya no habrá tanta fuga de talentos, pero al mismo tiempo el Gobierno habrá de obligarse a mejorar los apoyos al deporte y deportista. A un par de años de la presente administración se nota la preocupación por mejorar, de entrada, la infraestructura; como es la construcción de un nuevo gimnasio de boxeo, planes para un recinto para esgrima, halterofilia, otra alberca y el ansiado Centro de Alto Rendimiento. Si esto y otros proyectos se concretan no habrá necesidad de impedir nada al deportista.
El poder es el poder.