El Ciudadano

A finales del 2012, Tabasco experimentó el mayor caos institucional de su historia. De todos los rincones los gritos de desesperación emergían de los hospitales ante la falta de medicinas y médicos.
    En la oficinas de gobierno, miles de burócratas estatales se lanzaron prácticamente a las calles, exigiendo el pago de sus prestaciones básicas (sus quincenas), advirtiendo el paro de labores si sus aguinaldos no aterrizaban en tiempo y forma.
    En el Centro histórico y los centros comerciales, la zozobra permeaba entre los comerciantes, ante la inminente caída de las ventas decembrinas. Se vivía una época de orfandad institucional. En la mente de los ciudadanos y ciudadanas, se sabía perfectamente quién era el culpable y por qué.
    Andrés Rafael Granier Melo asumió el poder, encaramado en una ola de popularidad contrastante con la del PRI (partido político que lo postuló), tras 3 gobiernos caracterizados por complicidades inconfesables entre familias, grupos políticos, económicos-financieros y de poder.
    Seis años después, todos lo conocían mejor. Su rostro y palabras semejaban a la del ex Presidente de la República, José López Portillo, quien con lágrimas y un discurso conmovedor, aseveró: “Nunca más nos volverán a robar”.
    “El Chelito Granier”, mostrando siempre su amplia sonrisa, caminaba por las colonias saludando de mano, constriñéndose por la desgracia de las familias en aquellas memorables inundaciones. Ante tal desgracia, urgía “Lo que necesitamos son manos”, para amurallar Villahermosa.
    A la postre resultó una farsa. Se sabría que la capital del estado no era lo único que estaba haciendo aguas, sino lo más trágico... sus instituciones. El 2013 por fin llegó trayendo debajo del brazo a un gobierno de alternancia, encarnado por Arturo Núñez Jiménez, quien logró convencer a los engañados tabasqueños que era urgente cosechar la fruta madura.
    En su reciente informe muchas cosas destacó y otras tantas cifras le fueron aplaudidas. Más, como ocurre en este tipo de actos, a veces no se distingue lo verdaderamente importante, en razón de ser las cifras, muy frías. Muy dadas a un análisis más profundo de escritorio.
    En esta ocasión, lo trascendental fue el saber que el reencauzamiento institucional, generador de confianza en el gobierno federal, con las consecuentes oportunidades hacendarias, va muy bien. Esa certeza de gobernabilidad también impacta, respecto a las inversiones locales, nacionales y extranjeras.
    En la perspectiva de futuro, Tabasco arriba al 2014 con la posibilidad de un nuevo impulso económico, a raíz de los recientes hallazgos petroleros, ubicados en Paraíso y Centla. Circunstancias que deberán aprovecharse.
    El II Informe, logísticamente fue como cualquier otro; sin embargo, al pasar de los días va dejando claro que el nuevo rumbo se está concretando y, lo más trascendental para la sociedad tabasqueña, es que se está garantizando transexenalmente, de la única forma posible y viable, fortaleciendo las instituciones///. Desde aquí un reconocimiento a Octavio Romero Oropeza, Presidente del Consejo Político estatal de MORENA, no solo por ser uno de los más notables colaboradores de Andrés Manuel López Obrador, sino por la forma que ha venido caminando todo el estado, en especial Centro, informando a la ciudadanía sobre lo negativo de la reforma energética, así como organizando los Comités, junto a Salomón Wilson de la Cruz, el líder municipal del Movimiento, quien por cierto dicho sea de paso, tiene uno de los padrones más abultados en Tabasco e incluso está contribuyendo al fortalecimiento en las estructuras de Jalapa./// elciudadanorubendario@hotmail.com