Mudanzas

A PESAR DE QUE BETO BUCHE O BETO BACHE haya llenado de elogios al Partido del Trabajo en su convención estatal el pasado domingo, donde dijo que es un partido con mucho valor democrático, no pudo convencer a esa militancia roja, ya que saben las intenciones ¿negras? del edil. Es decir, por dónde va el asunto. Comentaban algunos de los que llegaron al evento cuando vieron al Beto Buche, “no tendrá la misma suerte de hace dos años, porque en caso de que se le ocurra volver a competir por algún puesto de elección popular, le daremos la espalda, sobre todo por el mal gobierno que a la fecha tiene”.
    Siguiendo con el PT, qué mal se vieron estos señores en la organización, sin importar sexo, raza o religión, varios guardias de seguridad realizaron una inspección minuciosa a quienes deseaban entrar al evento, el cual se efectuó en la colonia Atasta. Lo peor es que a las señoras les revisaban su bolsa, metiendo mano y ver objetos muy personales, lo que causó molestia y pena a la vez.  Don Martín Palacios, orden… no se comporten como los priistas.
 
NOS COMENTAN QUE EL PRI sigue soñando porque en todas las reuniones que organizan afirman tener la mayoría para llegar cinchos al 2015. Erubiel Chabelón Alonso ¿Qué?, aprendiz de política, dice que los priistas llevan la ventaja, por supuesto que son las propias encuestas tricolores las que marcan ese termómetro, las de Audelino Macario, y quien las baja es la propia Lorena Beaurregard, pagadas por el marqués perfumado Humberto Mayans.
En los cafés se comenta que el PRI no aprendió a comportarse como oposición, de ahí que se desespere y abra la boca sin tener un sustento en sus declaraciones, y cualquiera de ellos, los de segunda, se quieran subir a ese tren.
Cuando se iba usted a imaginar que un tal Mario Llergo estaría en la lista para la alcaldía de Centro ¡Nunca!, eso demuestra el nivel como se encuentra ese partido.
E incluso, el propio coordinador de la bancada del PRI, Carlos Mario de la Cruz Alejandro e Isidro Mosqueda Jiménez, el de los pochimóviles, reprobaron el “agandalle” que quieren hacer de la postulación a la candidatura a la presidencia municipal de Centro para la elección del año 2015, Lorena Beurregard, el propio Mario Llergo, Evaristo Hernández, Máximo Moscoso Pintado, Ardían Hernández y Miguel Cachón, al afirmar que no se le puede coartar la libertad de participación a otros militantes del tricolor que aspiran. No pue, si la cosa ta que arde en 16 de Septiembre.
 
 SABEMOS Y ESTAMOS CONSCIENTES de que la Comisión Federal de Electricidad se ha comportado de mala leche con el estado, con sus cobros de alto impacto (es que está de moda la frase), pero de eso a que un grupo de ediles no quieran pagar, cuidado señores. Incluso el gobernador del estado ya dijo que se pusieran de acuerdo para evitar problemas y se resuelva el tema de una manera dialogada.
¿Por qué cuando se necesita el apoyo del “bloque de los alcaldes”, sobre todo perredistas, hacia el Ejecutivo, esconden la nuca?
 
VAYA, VAYA, ARACELI QUEVEDO, sí que le falta materia gris, azul, verde y roja. Comentan que esta diputada, que aunque lo niegue es priista, digo desde que conducía en TVT, ahora pide que se aclaren los orígenes de los útiles escolares, que el gobierno dará de forma gratuita a los estudiantes de primaria y secundaria. ¿Será que sus asesores no la saben orientar, o de plano ella es de corta inteligencia? Mileidy, así no podrá llegar a la alcaldía de Cunduacán.
 
Desde el tapanco
 
UNA DENUNCIA CIUDADANA INDICA que es urgente educar al personal de logística del Congreso local. Es tal la prepotencia que no les importa si el maltrato es a hombres o mujeres. La excusa es que, sin saber señalan que los diputados no se encuentran, aunque los hayan visto pasar por la puerta de entrada.
Antes, de forma grosera, preguntan el motivo por el cual buscan a los legisladores. Ahora don Francisco Ponce, quien buscaba un apoyo para medicamentos, fue objeto de agresión, tanto verbal como física por parte de quienes resguardan el orden en el recinto, sin que otras autoridades digan nada. El asunto es grave para los diputados, porque es la imagen que ellos dan desde la entrada al Congreso.