• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 29 de Marzo de 2024

POSTAL DE CRONOS

El PRI no quiere ver tucanes en el alambre y delira con una elección de Estado


Ulises Rodríguez Guzmán


El PRI teme una elección de Estado como fue y es costumbre propia. Fue, porque en Tabasco así se hizo durante muchos años hasta que el pueblo decidió que debía terminar con los abusos de una partidocracia que llegó al colmo del cinismo con el gobierno de Andrés Granier Melo; entre tantos recursos económicos desviados por el gobierno granierista y las dependencias federales a favor de Enrique Peña Nieto y Jesús Alí de la Torre el estado quedó en la bancarrota. Es costumbre priista porque aunque no lo queramos este partido continúa imponiendo sus condiciones a los mexicanos a través del poder que le confiere que el presidente de la República sea un priista que no tiene escrúpulos ni respeto alguno por la supuesta ´democracia´ que dice abanderar. Desconoce las leyes.
    Los priistas siguen su vieja estrategia de declarar que tienen las preferencias ciudadanas a su favor, como cuando decían que Chucho Alí aventajaba al candidato Arturo Núñez por varias cabezas; quién no recuerda aquellas portadas millonarias que pagó el candidato priista en 2012 en varios diarios y revistas locales donde ya casi era declarado Gobernador de Tabasco antes de las elecciones de ese año. Además, al dicho aquel de que los perredistas les arrebataron casi todo en Tabasco, había que hacerles entender que no fueron precisamente éstos, sino los ciudadanos a quien hoy apelan para que les devuelvan el poder, los que decidieron que no querían más PRI para los tabasqueños. Sería sabio de parte de los priistas reconocer que nunca les ha interesado la decisión ciudadana, pues si así fuera no necesitarían de trampas o triquiñuelas como las han acostumbrado y lo han demostrado ahora en la selección de sus candidatos a puestos populares. Es público que muchos de sus correligionarios inconformes han migrado al Verde Ecologista; otros, que permanecen dentro de las filas de ese instituto político hacen ´fuego amigo´ para beneficiar al partido del tucán, conocida nueva franquicia madracista.
    Pero más sabio sería aún, si los priistas hicieran un verdadero análisis y se purgaran a sí mismos de tantas malas mañas de las que tienen gran fama. Claras son las diferencias, por ejemplo, como las que hay entre Francisco Celorio Cacep y Adrián Hernández Balboa; en el primero hay un supuesto discurso de civilidad partidista y en el otro aflora el clásico gandallismo u oportunismo tricolor. Ni siendo jóvenes harán creer a la ciudadanía que el PRI está renovado, pues lo que hacen es repetir los malos ejemplos de sus antecesores como Roberto Madrazo, Humberto Mayans, Floricel Medina Pereznieto y otras celebridades que estaría de más mencionar porque esta página no sería suficiente para ello.
    Por más optimismo que quiera aparentar a través de sus desgastados y acartonados discursos, Erubiel Alonso Que sabe bien que el mandado se lo están comiendo los duendes verdes, esos que tiran la piedra y esconden la mano dentro de las mismas filas tricolores. Ahora, en cuanto a los solaztequistas, la cosa no será nada fácil pues el mal desempeño de varios de los alcaldes emanados de este instituto les restará credibilidad ante los electores: esa mala administración la encabeza Humberto de los Santos Bertruy, alcalde de Centro, quien en realidad no tendría nada que perder si su compadre Evaristo Hernández Cruz obtuviera por segunda vez la tan codiciada silla de la capital tabasqueña. Los otros malos alcaldes perredistas son el profesor Pedro Landero López (Nacajuca), Domingo García Vargas (Jalpa de Méndez), Abenamar Acosta León (Cárdenas), Víctor Manuel González Valerio (Macuspana); además de algunos diputados de ese mismo partido que sólo han trabajado para su beneficio propio y no para gestionar el bienestar que los tabasqueños necesitan; o simplemente se han quitado la camiseta amarilla y la han cambiado por la verde. Las malas decisiones en el PRD también están a la orden del día y aquella filosofía de permanecer hombro a hombro con el pueblo se ha esfumado. Están a tiempo de mostrar que el “chuchismo”, esa enfermedad del PRD nacional, todavía puede ser evitada en Tabasco.
    Hay una verdadera crisis de credibilidad; no es válido hablar de arrebatos de ningún poder en el sentido de que unos se agandallan a los otros como intentan hacernos creer los priistas, pues a pesar de la acostumbrada difamación panfletera con ediciones apócrifas como las que se distribuyeron unos días antes de las elecciones del 2012 donde se le atribuía al aquel entonces candidato de la oposición, Arturo Núñez Jiménez, una supuesta enfermedad además de una estrecha relación con Fabián Granier Calles para desanimar a los electores tabasqueños, ya no darán resultados o serán contraproducentes. Aunque el PRI en su anticipada desesperación ante su eminente derrumbe el próximo 7 de junio en las urnas electorales se aferre a una supuesta ´elección de Estado ´(como la de las famosas e inolvidables tarjetas Monex y Soriana) será la gente quien decida y los institutos electorales tendrán que acatar ese mandato. Tampoco se trata de piedritas en el camino como una vez acusó Pedro Landero, ya que de eso piden su limosna los nacajuquenses ante las malas condiciones de las carreteras y vías vecinales que en tiempo de lluvia son un verdadero popal en el municipio que éste supuestamente gobierna.