• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 25 de Abril de 2024

Texturas y urdimbres

PEMEX, LOS AFECTADOS Y EL CARACOL


Por Helena


Ivan Illich, pensador austriaco, de corte anarquista, nos explica la lógica del caracol:  la habilidad que tiene este animalito para decrecer. En el momento en que alcanza el desarrollo esperado no agrega una espiral más a su  concha, pues no podría con el peso. Entonces, los defensores del medio ambiente y los economistas han hecho una analogía de esa lógica en relación a nuestros estándares de desarrollo.
    Establecieron las ocho “R”: Revaluar, reconceptualizar, reestructurar, relocalizar, redistribuir, reducir, reutilizar, reciclar. De todos esos conceptos, es fundamental traer a análisis reconceptualizar  la forma en que miramos el mundo, específicamente, nuestra interpretación de la realidad, redefiniendo conceptos como el de riqueza-pobreza o escasez-abundancia, en términos generales. ¿Los responsables de PEMEX entenderían este proceso? …no creo.
    Se  han empecinado en deteriorar lo que hay alrededor de sus baterías, ductos sin mantenimiento, explosiones en complejos petroquímicos y así sucesivamente. Es la historia en Tabasco de Pemex.
    REESTRUCTURAR, es otra de las características de la lógica del caracol. Esto quiere decir que se debe adaptar el aparato de producción y las relaciones sociales en función de una nueva escala de valores. Claro que no sea la escala de valores de Carlos Romero Deschamps, porque entonces si…¡el caracol se nos muere!!.
    RELOCALIZAR es producir localmente los bienes esenciales para satisfacer todas nuestras necesidades, y ahí, nuestros campesinos, y pobladores de los municipios de Tabasco tienen mucho que aportar. Sólo que hay un detallito: tienen que activarse, ya no tirarse al suelo. Sí, es un hecho, pescadores, agricultores, etcétera, están en su derecho de demandar servicios y restauración del daño provocado a sus bienes, pero no pueden, tirarse siempre al suelo y quedarse ahí. Si protestan, busquen la coherencia. Por favor, esos líderes que no aportan nada a su comunidad y sí las venden con funcionarios de la paraestatal, harían bien en buscar ingresos en otro lado, no en las decisiones que atañen a todo el pueblo (aunque para esto hay que combatir el coyotaje en PEMEX). Por eso, las decisiones no se toman unívocamente, se requiere de consenso, de participar y no dejar en uno solo los planes para organizar y mejorar la vida de los choquitos.
    No queremos que el caracol se nos muera,  y para eso, todos debemos participar, y ser responsables de nosotros mismos. Así entonces, como el caracol, creceremos y alcanzaremos el punto máximo de desarrollo; luego decreceremos inteligentemente, para hacer posible que el impacto que tienen en la biosfera nuestras maneras de producir y consumir, sea mínimo. 
    Tabasco es un caracol en vías de desarrollo, procuremos que no de extinción, deterioro, y miseria.