• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 19 de Abril de 2024

Varados 200 migrantes en Tenosique, ajustan 9 días

Los maquinistas de La Bestia aceleran para evitar que los centroamericanos aborden


Por Jorge Rivero Zapata


 

Tenosique, Tab., a 23 de abril.- Nueve días; llevan por lo menos 200 migrantes centroamericanos “varados” en espera que vuelva a cruzar por esta frontera Sur, “La Bestia de acero”; el cual no paró en su último paso, los maquinistas aceleraron y no pudieron montarse al “lomo” de ese gran gusano.
    El pasado 14 de abril más de 400 centroamericanos con la esperanza de abordar “La bestia endemoniada”; no lo pudieron hacer, por lo que los defensores de los migrantes y encargados del Refugio de la 72 o Casa del Migrantes aquí en Tenosique iniciaron un éxodo por la carretera Tenosique-Villahermosa. Sin embargo por la tarde de ese mismo día arribaron a esta ciudad de la frontera Sur más centroamericanos; hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, etc., incluso algunos con sus mujeres y niños, quedándose en el albergue de migrantes conocido como el Refugio de la “72”, ubicado en la colonia de la Estación Nueva, donde se ubica el antiguo edificio de Ferrocarriles Nacionales de México.
    Otros migrantes prefirieron estar durmiendo en chozas que familias tenosiquenses han parados frente a sus viviendas o a los lados de sus tendejones para proporcionales ayuda humanitaria y a donde socorristas de la Cruz Roja Mexicana por instrucciones de su delegado local, Raúl Rodríguez Cortes les proporcionan consultas medicas y agua. Hoy realizamos un recorrido por toda esa zona de las vías del ferrocarril y del albergue y logramos ver a los migrantes que se subieron al lomo de uno de los vagones que están estacionados mirando hacia la entrada de la “Bestia de acero” que proviene de la ciudad de Mérida, Yucatán, pero este día no volvió a cruzar por aquí.
    Otros estaban sentados sobre la vía del tren, pero nada, sin embargo nos comentaron que la esperanza en ellos sigue viva, en espera del paso de ese gran gusano. En la casa del migrante encontramos que algunos habían retornado de las vías del tren, cargando sus mochilas, viendo a sus hermanos que tomaban un baño, mientras que afuera del Refugio de la “72” compraban café, tortas para desayunar y compartirlo con sus esposas e hijos pequeños, así seguirán llegando a esta frontera Sur muchos más hermanos centroamericanos con el sueño de llegar a los Estados Unidos, sin importar los riesgos que puedan tener en su trayecto hacia el Norte del país.