• La Verdad del Sureste |
  • Miércoles 24 de Abril de 2024

Andrés Manuel y la congruencia


Por Lorenzo Salas González


Cada vez que Andrés Manuel López Obrador realiza una actividad política, los voceros del sistema se movilizan para inventarle desaciertos, contradicciones, recordarle al público hechos pasados en detrimento de su persona o de su imagen, los cuales no sólo son imposibles de comprobar sino que son tan irrelevantes que ni siquiera hay quien se interese en averiguar si son ciertos o no, de ahí que los perversos de la comunicación se sientan en libertad para dar por cierto lo que es falso.
    Todo es motivo de agresión del sistema en contra del político tabasqueño. Que si su hijo usa zapatos tenis muy caros, que si tiene en contra que es cristiano (?), esto, no obstante que Andrés Manuel se ha negado terminantemente a mezclar su convicción religiosa con la política o que no aplica sus principios de los que tanto se enorgullece, etc.
    El mismo, en el 2013, le declaró a Televisión Azteca que estas campañas de falsedades no le preocupaban porque sabía que estaba trabajando bien y que el Pueblo lo aceptaba, porque éste sabía que su trabajo era honesto, en beneficio –ahora sí de verdad—de los marginados.
    ¿Pero por qué tanto encono de quienes ni siquiera son políticos sino ciudadanos que viven de su trabajo, pero con altas remuneraciones?
    Lo que ha sido posible observar en este sector poblacional, es que le temen a su honradez, a su congruencia, que porque lo que dice lo hace, que él va a corregir todo lo que está mal y como les hacen creer o los obligan a realizar actos de corrupción, pues no quieren meterse en líos.
    Cuando ha habido oportunidad de preguntar, las respuestas son reproducciones de lo que Televisa transmite calumniosamente.
    Tal y como ocurrió en otras épocas, se creen que hasta van a quitarle una casa a quienes tienen dos o más. O que les van a bajar los salarios sin fijarse que lo hizo pero a sus funcionarios y hasta él mismo se los bajó para enseñar con el ejemplo.
    Es más, sus ejemplos y sus palabras son seguidos por otros partidos y otros políticos. El año pasado, en Valladolid, AMLO dijo algunas expresiones que es bueno recordar ahora: “El salario mínimo es el más bajo en todo el Continente Americano…”
    Actualmente, el mínimo ya entró a revisión y se han propuesto medidas para elevarlo, lo que posiblemente suceda en el 2015, hasta 80 pesos diarios como propuso Miguel Angel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
    En cuanto a la educación, allí mismo, en Valladolid, dijo: “…si no fuera por la lucha de los maestros, ya hubiera avanzado más el gobierno en la privatización e incluso el gobierno quiere que los padres de familia se encarguen del mantenimiento de las escuelas; por eso tenemos que defender al magisterio, sean del SNTE o de la CNTE”. Los desmentidos vinieron de todos lados y, efectivamente, los reiterados intentos de disfrazar la privatización de la educación se han detenido por la movilización de los maestros, pero también de los padres de familia. Y, para ser honestos, más bien de las madres de familia.
    Después, en su mismo discurso, denunció que “…el 10 por ciento del presupuesto nacional, es decir, 400 mil millones de pesos al año, se van al caño de la corrupción…” a los pocos días apareció en una entrevista el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, comentando como si no tuviera relación con lo dicho por AMLO, que el gobierno federal tiene muchos controles que aseguran la transparencia en el manejo de los dineros del país.
    Pero la Comisión Anticorrupción sigue estancada en el Senado porque el presidente no le ha ordenado a su mayoría que la apruebe. Pero si algo causó indignación entre la gente que lo escuchaba en Valladolid, fue cuando dijo que “…los diputados federales ganan 300 mil pesos al mes, los senadores 500 mil, los ministros de la Suprema Corte 600 mil y los ex presidentes del país, luego de todo lo que se roban, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, un millón de pesos mensuales de pensión, por eso no alcanza el presupuesto…“
    Para rematar, no se le podía escapar a AMLO que “Peña Nieto ha ordenado ampliar el hangar presidencial que tendrá un costo de mil millones de pesos, lo que equivale a 30 años del presupuesto de Valladolid”. Para la gente del sistema, este es el peor defecto del tabasqueño: decir la verdad…