• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 28 de Marzo de 2024

UN AYUNTAMIENTO ANTORCHISTA


Omar Carreón Abud


Me refiero al que encabeza la compañera Maricela Serrano Hernández en Ixtapaluca, en el estado de México. La presidenta me hizo favor de invitarme a su Segundo Informe de Gobierno y el pasado viernes 5 de los corrientes, asistí junto con otros 20 mil ixtapaluquenses que creí que no cabrían en los que se conocen como “campos de la Cruz Roja”, muy cerca del centro de Ixtapaluca. Importa mucho divulgar lo que ahí se dijo frente a tanta gente que avalaba con su presencia, con sus murmullos y hasta con sus porras, la veracidad del informe porque, entre tantos problemas como los que vive el país, pareciera que no hay salida, que lo único que resta es salir a pintarrajear paredes y romper vidrieras, pero no es así, el ejemplo vivo, elocuente, de un gobierno antorchista, demuestra que hay alternativas y que se puede vivir y progresar de otra manera.

En Ixtapaluca hay obra y servicios públicos, sí, claro que hay obra pública y servicios en cantidades y montos impresionantes, no obstante, no se trata de cualquier obra y cualquier servicio y eso es lo que es indispensable destacar en primer término: hay que informar y subrayar que el gasto público de Ixtapaluca se ejerce preferentemente a favor de quienes más lo necesitan. Vivimos en un país en el que el reparto de la riqueza es de los más injustos del mundo, en el que la diferencia entre los más pobres –que son muchísimos- y los más ricos –que son poquísimos- es de medidas astronómicas y esto lastima, ofende, pero también es la causa última de los más grandes y escandalosos problemas nacionales y, por tanto, solucionar (o enfrentar por lo menos) este flagelo social y distorsión económica debe ser prioritario ¿Y cómo en nuestras condiciones? Usando el gasto público, no para mejorar a los adelantados, sino para levantar a los desamparados. En Ixtapaluca se está haciendo, por eso el éxito, por eso las multitudes, por eso vale la pena divulgarlo como un modelo nacional.
¿Se puede en un municipio del México actual, agobiado por los problemas y la falta de recursos, pagar deudas, reducir gasto corriente y hacer obra? Se puede, y ahí está Ixtapaluca. En la mayoría de los municipios del país, el gasto corriente, el que se realiza en sueldos, salarios, comisiones, compensaciones, en una palabra, en beneficiar personalmente a quienes forman parte de la administración municipal y que, en muchas ocasiones, encabezan los protegidos del presidente, rebasa con mucho el gasto en obras y servicios públicos (sin olvidar lo dicho más arriba en el sentido de que la mayoría de las veces este gasto público va para los ya privilegiados), pero, en Ixtapaluca, el primer año de gobierno, el gasto corriente se redujo 12% y, en este segundo año, que fue al que correspondió el informe que comento, la reducción del gasto corriente alcanzó el 28%. Sorprendente ¿no? Ahora bien, también es más o menos sabido que la mayor parte de los municipios del país están muy endeudados, que las administraciones solicitan créditos y que arreé el que viene atrás; Ixtapaluca no es la excepción, cuando Maricela Serrano tomó posesión, las deudas paralizaban al ayuntamiento, hoy la presidenta informa que en este año se pagaron 36 millones 671 mil 928 pesos, lo cual reduce en términos absolutos la deuda del municipio en un 5%. ¿No es eso lo que necesita nuestro país.

Vamos ahora con una muestra de la obra y los servicios públicos. La intensa labor de gestoría ante instancias estatales y federales por parte del ayuntamiento de Ixtapaluca es, también, un gran ejemplo. Se han gestionado 42 comedores comunitarios que benefician a 5,040 personas, recámaras adicionales y lozas de concreto para 545 hogares y otras modalidades de mejoramiento de la vivienda, para otros mil 100 hogares. No sería posible en este corto espacio referirse a todo un informe con logros impresionantes pero quiero compartir que se tiene un programa municipal de limpieza en el que participan 625 mujeres que trabajan tres horas dos veces por semana y que reciben un apoyo de 500 pesos al mes para ayudar a su economía familiar; que existe un programa de pintura de fachadas y arreglo de calles en colonias populares y que se sigue impulsando un servicio gratuito de autobuses, el Ixtapuma, para llevar a jóvenes ixtapaluquenses a sus clases en la UNAM y que, el año pasado eran 230 y ahora son ya 403 estudiantes, los beneficiados con este servicio.
En el terreno educativo –sin olvidar que en Morelia existen 373 “escuelas de palitos”- se construyen 68 techumbres con valor de poco más de 68 millones de pesos, 93 aulas con valor de poco más de 48 millones de pesos, se han impermeabilizado 23 aulas con valor de poco más de 4 millones de pesos, están en construcción 18 comedores escolares con valor de casi 15 millones de pesos, se llevó a cabo la construcción y arreglo de 36 módulos sanitarios con valor de más de 15 millones de pesos, se entregaron 100 equipos de cómputo para 7 escuelas de nivel básico y se apoya a todos los conserjes y secretarias del municipio con mil pesos quincenales. A todo ello hay que agregar que la administración municipal ha fundado y sostiene a la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Ixtapaluca, que ha convertido el kiosco de Izcalli en un centro de música juvenil y que brindó apoyo a todas las festividades y ferias tradicionales de los pueblos con más de 16 millones de pesos.
Al inicio de este año, había aún 40 mil lotes sin energía eléctrica, Ixtapaluca está a punto de resolver este problema, la presidenta informó que sólo restan por atender 564 lotes que quedarán alumbrados en los primeros días del año que entra. Maricela Serrano prometió en su campaña que pavimentaría una calle diaria y el primer año cumplió, ahora, informó que en este segundo año de gobierno, se pavimentaron 379 calles; en Ixtapaluca se hace obra en beneficio del pueblo a altas velocidades. En resumidas cuentas y para no abrumar al lector, las últimas tres administraciones municipales, de la más antigua a la más reciente, gastaron los siguientes montos en tres años de gobierno: Armando Corona, poco más de 76 millones; Mario Moreno, poco más de 175 millones; Humberto Navarro, poco más de 761 millones. Maricela Serrano, en sólo dos años que lleva su administración: poco más de 2 mil 440 millones de pesos. Admirable ¿no?

Más admirable todavía si le comparto, amigo lector, que hace más de un año, en octubre de 2013, el señor padre de la presidenta municipal fue víctima de una desaparición política, que al principio sus captores pretendieron hacer pasar el hecho como un secuestro por motivos económicos pero nadie lo creyó porque Don Manuel Serrano Vallejo había vivido siempre de un modestísimo puesto de periódicos en una esquina de Tultitlán y con grandes sacrificios había logrado hacer de sus hijos hombres y mujeres de bien. Así, las llamadas reclamando un rescate, cesaron a las dos semanas y luego nada. Hasta hace dos meses, un año después, las autoridades informaron que habían capturado a los secuestradores, que éstos declaraban que lo habían matado y arrojado a un canal y que el jefe de la banda que era el que tenía toda la información se había muerto de un infarto a la hora de detenerlo. Caso cerrado: ningún rastro que seguir. ¿Si? ¿Será? Pero los antorchistas hemos insistido en que se investigue a prominentes políticos de Ixtapaluca que –vox populi, vox dei- urdieron, organizaron y financiaron el secuestro para forzar sin éxito el derrumbamiento de Maricela y su renuncia y no se nos ha hecho caso. Seguiremos insistiendo, somos persistentes. Por lo pronto, ahí queda la grandeza del ejemplo de Maricela Serrano y queda la trascendencia histórica del trabajo que está haciendo para beneficio de los ixtapaluquenses.