• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 25 de Abril de 2024

LA BARRENA

Cambios en el gabinete de Peña, con la sombra de Salinas



Entre un escándalo de corrupción y una amenaza sanitaria, el presidente Enrique Peña Nieto realizó ajustes en su gabinete legal y ampliado, que sin embargo no trastocan a los grupos de poder representativos de su gobierno: el salinismo y la élite de la “bata blanca” que domina desde hace décadas al Sector Salud.
Mercedes Juan López, quien hasta hoy se desempeñó en la Secretaría de Salud, fue removida y en su lugar se nombró titular de la dependencia al ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles.
    Además, Emilio Lozoya Austin dejó la dirección general de Petróleos Mexicanos (Pemex) y asumió el cargo de quien fuera hasta hoy director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), José Antonio González Anaya. En esta última institución, Peña Nieto designó al hasta hoy director de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Mikel Arriola.
    En el salón “Adolfo López Mateos” de la residencia oficial de Los Pinos, Peña Nieto agradeció a Mercedes Juan y a Emilio Lozoya su labor desde el inicio de la administración, aunque ninguno de los dos estuvo presente en el acto.
    Juniors de escándalo
    La salida de Emilio Lozoya Austin de la dirección de Pemex ocurre en el contexto de la difusión de conversaciones entre directivos de la constructora trasnacional de origen español OHL, donde hasta poco antes de asumir ese cargo en 2012, Lozoya fue miembro del consejo de administración. En tanto, el director de Finanzas de la petrolera, Mario Bouregard, fue administrador de la mencionada constructora.
    El pasado 26 de enero, nuevas conversaciones difundidas a través de YouTube captaron llamadas del presidente internacional de OHL, Juan Miguel Villar Mir, comentando e instruyendo a sus colaboradores sobre una aparente licitación amañada en acuerdo con Lozoya Austin.
    El audio fue el registro más reciente de los que se han filtrado desde que hace casi un año empezaron a difundirse conversaciones entre directivos de la constructora y servidores públicos de la élite mexiquense, en los que se pactaban favores y beneficios. Desde que Peña Nieto encabezó el gobierno del Estado de México, OHL obtuvo importantes contratos de obra pública que durante la actual administración federal del mexiquense se incrementaron.
    El hoy exdirector de Pemex es hijo de Emilio Lozoya Thalmann. Fue secretario de Energía durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, y es considerado miembro del círculo cercano del expresidente de México, desde las aulas universitarias.
    Por su parte, el relevo de Lozoya Austin es José Antonio González Anaya, concuño de Salinas de Gortari, pues está casado con Gabriela Gerard Rivero, hermana de Ana Paula, con quien el exmandatario mexicano contrajo nupcias poco después de concluir su mandato.
    González Anaya estuvo al frente del IMSS desde el inicio de la administración, mientras sus cuñados, los hermanos Hipólito y Jerónimo Gerard, han sido beneficiarios, el primero con contratos de obra pública en el Estado de México y ahora en el gobierno federal.
    En cuanto a Jerónimo, ha conseguido obtener recursos de los fondos de pensiones para financiar a contratistas de obra pública, entre otros, a Juan Armando Hinojosa Cantú, el presidente de Grupo Higa, quien saltó a la fama por ser el constructor y financiero de las residencias particulares de la primera dama Angélica Rivera y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Los contratos de Hinojosa documentados, sólo en lo que va de la administración, ascendía en marzo de 2015 a más de 60 mil millones de pesos.
    En tanto, Mikel Arriola, fue asesor de Agustín Carstens, cuando se desempeñó como titular de la Secretaría de Hacienda de 2006 a 2009 y ocupó diferentes cargos en la dependencia, hasta que en 2011 fue designado comisionado de la Cofepris.
    La bata blanca
    Con el regreso del PRI a la Presidencia de la República, un viejo actor de la política sanitaria regresó al gabinete presidencial: la Fundación Mexicana para la Salud (FunSalud).
    Dicha organización privada pero inmersa en el debate público, ha sido identificada como la encargada de diseñar los planes sanitarios del país desde el sexenio de Miguel de la Madrid.
    Aunque por ese cargo pasaron varios economistas, el FunSalud siempre incide en las políticas públicas pues es a ese organismo al que se le atribuye el proyecto del Seguro Popular y, entre otros aspectos, suele identificarse como impulsor de la política privatizadora del sector. Antes de ser secretaria de Salud, Mercedes Juan fue presidenta de dicha organización.
    En su lugar fue designado José Narro Robles, un destacado priista –como Mercedes Juan– que entre otros cargos fue presidente de la Fundación Cambio XXI del PRI. En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, el nuevo titular de Salud fue secretario general del IMSS, donde su jefe era Emilio Gamboa Patrón, actual senador.
    Luego fue subsecretario de Gobernación, en el convulso 1994, en el ocaso del salinismo. Siguió como subsecretario de Salud en el sexenio de Ernesto Zedillo, y finalmente, se retiró a la UNAM, donde escaló en la operación política surgida del conflicto de 1999, hasta convertirse en rector.
    Aunque tiene diferentes membresías, Narro Robles es consejero del FunSalud.
    Los cambios del peñismo
    Los cambios anunciados en el gabinete mantiene el patrón de las élites priistas que acompañan en la administración a Enrique Peña Nieto.
    En 2013 Peña Nieto realizó sus primeros cambios, con la salida de Humberto Benítez Treviño de la Procuraduría Federal del Consumidor, en medio del escándalo conocido como “Lady Profeco”, luego de que la hija del funcionario protagonizara un escándalo de prepotencia. Lo siguió Francisco Rojas, a principios de 2014, quien salió de la Comisión Federal de Electricidad. En su lugar se designó al economista Enrique Ochoa Reza, cercano al titular de Hacienda, Luis Videgaray.
    El 2015 fue el año con más cambios y enroques en la administración, pues en febrero el presidente sacó a Jesús Murillo Karam de la Procuraduría General de la República, en medio de los señalamientos por la difusión de “la verdad histórica” con la que pretendía darse carpetazo al caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala Guerrero el 26 de septiembre de 2014.
    En su lugar, nombró a Arely Gómez, hermana del vicepresidente de Noticias de Televisa, Leopoldo Gómez.
    Peña Nieto designó a Murillo Karam como titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, Territorial y Urbano (Sedatu), a la que Jorge Carlos Ramírez Marín había renunciado para buscar una diputación federal.
    En abril, otro escándalo provocó la salida de David Korenfeld de la Comisión Nacional del Agua. En su caso, el uso de un helicóptero oficial para vacacionar con su familiar y un fallido intento de atribuir el uso de la aeronave a problemas de salud, lo dejaron fuera.
    En tanto, en agosto, Peña Nieto realizó una serie de cambios que implicaron la salida de Murillo Karam de la Sedatu, así como de los secretarios de Educación, Emilio Chuayfett –sustituido por Aurelio Nuño–, y de Agricultura, Enrique Martínez –cuyo relevo fue José Calzada. Asimismo, salió el titular de Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud y, en su lugar se designó a Rafael Pacciano, esposo de la coordinadora de Estrategia Digital de la Presidencia, Alejandra Lagunes.
    Dichos cambios implicaron también un relevo generacional y permitieron al presidente posicionar al primer nivel a sus allegados.
    Además, Rosario Robles dejó la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para asumir la Sedatu; el canciller José Antonio Meade asumió Sedesol para dejar Relaciones Exteriores a Claudia Ruiz Massieu, hasta entonces secretaria de Turismo y cuyo cargo fue ocupado por Ernesto de la Madrid.
    El abolengo es notable en los cambios de agosto:
    José Antonio Meade es hijo del economista de la élite de Ernesto Zedillo, Dionisio Meade y sobrino de Daniel Kuri Breña, uno de los fundadores del PAN. Por cierto, su padre Dionisio Meade es presidente de la Fundación UNAM desde 2013 y mantiene relación con José Narro.
    Calzada Rovirosa es hijo de Antonio Calzada Urquiza, quien fue gobernador de Querétaro en los años setenta; Ruiz Massieu es hija del asesinado político José Francisco Ruiz Massieu y de Adriana Salinas de Gortari, hermana del expresidente Carlos. Su tío, Mario Ruiz Massieu, precedió a José Narro en la Subsecretaría de Gobernación en 1994.
    Enrique de la Madrid es hijo del expresidente Miguel de la Madrid.
Arturo Rodríguez García – Proceso.com.mx
Pemex, primera en recortes; queda en firme el despido de 25 mil empleados públicos
    Ajuste preventivo del gasto para enfrentar 2017, anuncia Videgaray
    El secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, anunció la adopción de medidas preventivas para enfrentar la volatilidad financiera internacional, incluido un recorte al gasto federal para 2017, un ajuste financiero a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la contratación, de nueva cuenta, de coberturas petroleras para garantizar los ingresos públicos el año próximo.
    El funcionario respaldó las declaraciones del jueves –durante el anuncio de la política monetaria– y de este lunes del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien habló en una entrevista radiofónica sobre la necesidad de ajustar el gasto. Creemos que, efectivamente, debe haber un ajuste en el gasto público; en primer lugar en Petróleos Mexicanos, es algo que anunciamos ya hace un par de semanas, que se está trabajando en la empresa a partir de la instrucción del consejo de administración, y que esperamos que en los próximos días se dé a conocer, dijo.
    Mientras tanto, puntualizó, queda en firme el recorte de unos 25 mil empleados públicos (15 mil del gobierno federal y 10 mil más en Pemex). Estamos evaluando un ajuste preventivo para prepararnos para 2017, que habrá de complementar el uso de coberturas para ese año, insistió en una entrevista durante la inauguración de la Casa de la Cultura de la FSTSE (Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado).
    Videgaray Caso dio respuesta a las declaraciones hechas por el gobernador del Banco de México. Primero, la Secretaría de Hacienda emitió un comunicado en el que atribuye a su titular una declaración sobre la absoluta coincidencia con la visión expresada por Agustín Carstens sobre la necesidad de enfrentar la volatilidad y aversión al riesgo que existe con respecto a los mercados emergentes, utilizando de manera integral y bien coordinada los diferentes instrumentos de política económica, como la política fiscal y monetaria; de realizar un ajuste al gasto, empezando por Petróleos Mexicanos (Pemex), que deberá tomarse al interior del consejo de administración, dado que es donde se tiene en este momento la mayor dificultad en virtud de la caída de los precios del petróleo, y acompañar este ajuste al gasto de Pemex con un ajuste preventivo para 2017, dado el entorno en precios de petróleo, lo que generará una menor disponibilidad de recursos para el gasto federal.
    En el comunicado se recuerda que, incluso, para 2016 las finanzas públicas se encuentran protegidas por las coberturas petroleras contratadas el año pasado y que garantizan un precio de 49 dólares por barril (para completar el precio de 50 dólares por barril fijado en el paquete económico para este año se utilizarían recursos de los fondos de estabilización).
    También dijo Videgaray Caso que la dependencia a su cargo se mantendrá en estrecha comunicación con el Banco de México para tomar, de manera responsable y a tiempo, las medidas que permitan preservar la estabilidad macroeconómica de México con el fin de proteger la economía de las familias mexicanas.
    Después de encabezar la inauguración de la Casa de la Cultura de la FSTSE, Videgaray Caso dijo en una entrevista con medios informativos que las medidas preventivas, y en su caso de ajuste, son “algo en lo que estamos trabajando, y reiterar, primero, que existe una absoluta coincidencia en el análisis, en el diagnóstico (del banco central) sobre las condiciones macroeconómicas que enfrenta el país, y que esto implica tener un uso coordinado de los diferentes instrumentos de política macroeconómica con los que contamos, tanto la política monetaria, cambiaria y también la fiscal. “En segundo lugar, creemos que debe haber un ajuste efectivamente en el gasto público, en primer lugar en Pemex. Es algo que anunciamos ya hace un par de semanas, y se está trabajando en la empresa a partir de la instrucción del consejo de administración, y que esperamos que en los próximos días se dé a conocer.
    En tercer lugar, este anuncio que haga Pemex podrá ser acompañado de un posible ajuste preventivo al gasto público del gobierno federal, más que por una necesidad de ajuste en este 2016, puesto que tenemos las coberturas petroleras, pero sí de manera preventiva en preparación para 2017, en el que pudieran preservarse los precios bajos del petróleo, todavía. Estamos por definir las cifras, no estamos todavía dando a conocer los números, habremos de esperar primero el esfuerzo que se haga en Pemex, y seguramente en los próximos días estaremos dando a conocer los detalles.
    Víctor Cardoso y Patricia Muñoz - La Jornada
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