• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 18 de Abril de 2024

CRONICAS DEL 68


Lenin Bocanegra Priego**


(Primera Parte)

Históricamente, México ha sido un país dueño de una inmensa riqueza natural. Excelentes tierras para una diversidad de cultivos, dos inmensos litorales que bordean el territorio nacional, grandes extensiones de aguas interiores y fecundos yacimientos de hidrocarburos, principalmente en el Sureste incluyendo Tabasco. Empero, nunca hemos podido levantar el vuelo como nación desarrollada por dos imperiosas razones. Una la corrupción imperante del Sistema Político que nos rige y la otra la ominosa vecindad con Estados Unidos de América que históricamente mantiene atados a los gobiernos priistas. Es por eso que la historia nacional registra un prolongado itinerario de carencias, privaciones, vicisitudes, de miseria, de pobreza, de marginación, de proyectos fallidos, de promesas gubernamentales incumplidas y, sobre todo, de sacrificios por parte de la población. En contrate, cada 3 y 6 años la clase gobernante da a luz a nuevos ricos y a los que ya lo son por haberse enriquecido en los cargos desempeñados, se vuelven más ricos, todo ello con cargo al presupuesto, dejando otra buena parte para seguirle engordando la bolsa a los líderes sindicales. La parte del erario que se le destina al pueblo para atender sus necesidades es ínfima. En contra peso y que quizá pudiera servirnos de consuelo, nuestra historia está pletórica de héroes valerosos y ejemplares  que dieron todo, inclusive sus vidas, para forjarnos una moral republicana que nos llena de orgullo y patriotismo, pero que en nada contribuye para mitigar el hambre y satisfacer las necesidades populares del pueblo mexicano que hoy por hoy se erige como el más egregio héroe nacional por su resistencia de soportar tantas penurias. Por eso es la pobreza el elemento substancial  de la cultura social de los mexicanos  que caracteriza su idiosincrasia y también el medio por el cual se vale el Sistema que nos gobierna para perpetuarse en el poder.   
    Dentro de ese rosario de carencias y privaciones ha habido etapas de nuestra historia que sobrepasan los límites de la normalidad cotidiana  alcanzando niveles alarmantes  y eso fue, precisamente, lo que sucedió en la segunda mitad de la década de los 60. Y para colmo  de las desgracias arriba al poder presidencial un hombre de mentalidad nefasta llamado Gustavo Díaz Ordaz, que no fue inmune al virus  que siempre ha contagiado a la mayoría de los presidentes mexicanos: La necesidad de que sus “méritos” le sean reconocidos por la comunidad internacional, aun cuando el pueblo que representan se debata en la extrema pobreza. Es raro el mandatario  que no gaste millonadas de dinero auto promoviéndose para dirigir la ONU o la OEA, el Banco Interamericano, para un premio Nobel o para recibir reconocimientos de organismo internacionales. A Díaz Ordaz le dio la comezón de que México fuera sede de los juegos olímpicos de 1968 y para poder obtener la franquicia creo una importante infraestructura deportiva y urbana que no se tenía, obligándose a desviar para ese fin los recursos destinados a programas sociales, razón por la cual la pobreza en su administración alcanzó tamaños alarmantes.
    Tesis revolucionarias e ideas progresistas de hombres como Carlos A. Madrazo, Heberto Castillo, Carlos Fuentes, Rico Galán, Octavio Paz y el Obispo de Cuernavaca Méndez Arceo, así como de los internacionales  Mao Tze-Tung, Salvador Allende, Fidel Castro  y el Ché Guevara, entre otros, sirvieron de inspiración  a las juventudes mexicanas  para encausar sus luchas de descontento.
    En Tabasco, los estudiantes y la sociedad le reclamaban al gobierno que se abarataran los alimentos  como carne y leche, la suspensión de  las alcabalas que se cobraban en el Estado y los  municipios, mejor servicio urbano de transporte, el pago de mejores salarios, evitar la  proliferación de los antros de vicios suspende y control a los ya existentes, la no  intervención gubernamental en los asuntos meramente estudiantiles, la destitución del director de Seguridad Pública, teniente coronel Manuel Piñera Morales por patrocinar grupos de choque al interior de la UJAT  y  aumentarle el  subsidio  a la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, entre otros planteamientos en favor de la sociedad tabasqueña.
    En el Distrito Federal, el pliego petitorio de los estudiantes contenía, entre otras demandas, la libertad de los presos políticos, derogación del artículo 145 que establecía el delito de disolución social, la desaparición del cuerpo de granaderos, la destitución de los jefes policiacos, indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde la iniciación del conflicto y  el deslindamiento de responsabilidad de los funcionarios de alto nivel involucrados en esos hechos.