• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 28 de Marzo de 2024

CRONICAS DEL 68


Lenin Bocanegra Priego**


(Segunda y Última Parte)

Dos movimientos sociales simultáneos tuvieron lugar en la ciudad de México y en Tabasco en el año de 1968, ambos identificados por las mismas características. Primero protestas estudiantiles  y a la postre movimientos sociales alentados por la brutal represión gubernamental. Sendos hechos culminaron en las siguientes fechas: En Villahermosa el 29 de julio cuando la policía reprimió a los manifestantes matando a varios estudiantes y ciudadanos. En el Distrito Federal  el 2 de octubre en la Plaza de Las Tres Culturas de Santiago de Tlatelolco, donde el ejército disparó contra los asambleístas acabando  con la existencia de cientos de universitarios, desapareciendo los cuerpos para borrar la evidencia de la brutal y cobarde agresión. El país era gobernado por el  emulo de Victoriano Huerta, el priista Gustavo Díaz Ordaz y en Tabasco quien gobernaba era Manuel R. Mora Martínez de Escobar.

En la década de los 60 se habían desarrollaron en México otros movimientos sociales similares a los del Distrito Federal y  Tabasco, alimentados por eventos sucedidos a nivel mundial, convirtiendo el  territorio nacional en un semillero ideológico que impactó en la juventud y en gran parte de la población, surgiendo sentimientos de reivindicación social, de libertad, de democracia y de dignidad, particularmente en las universidades y demás centros educativos del país,  pues lo que se reclama era el relevo de un sistema político inoperante y corrupto que tenía rato había dejado de satisfacer, cuando menos en lo mínimo, las exigencias socioeconómicas  de los mexicanos. Así fue como en Guerrero en 1960 se pidió la desaparición de los poderes del Gobierno de Caballero Aburto; en Puebla el de Nava Castillo en 1964; en Michoacán el de Arriaga en 1966; en Sonora el de Encinas Johnson  y en Tabasco el de Mora Martínez en 1968. En todos los casos prevalecía el descontento social por los abusos de poder, por la corrupción, la pobreza, la marginación y la falta de empleo. Huelga decir que las mismas circunstancias

aún prevalecen en el México del siglo 21 y que es ese mismo sistema político con los mismos vicios el que aún nos gobierna, no obstante de que el PRI ha hecho todo lo posible por cambiar de piel pretendiendo engañar a los mexicanos.
El 29 de julio de 1968, el Grijalva se tiño de sangre  de pueblo, porque jóvenes estudiantes y ciudadanos cayeron abatidos por las balas aquella noche en el malecón Carlos A. Madrazo. Al día siguiente la represión continuó en la prolongación de la avenida Ignacio Zaragoza. Después vino el encarcelamiento de los dirigentes estudiantiles y otros más fueron perseguidos.
El 2 de octubre es historia conocida por todos. La masacre tuvo lugar entrando la noche  en Tlatelolco, cuando los estudiantes y gentes del pueblo sostenían una reunión pacífica. Desde los altos de los edificios, francotiradores dispararon sin piedad contra la multitud. Los muertos que fueron cientos enseguida los desaparecieron y otro tanto fueron aprehendidos. La noticia  dio vuelta al mundo reprobando la brutalidad gubernamental.
Es  oportuno recordar a los maestros Jorge de la Cerda Ritz, Ovidio González López, al doctor José Manuel Mayans Victoria, a los periodistas Federico Calzada Valencia y Manuel Hidalgo del Valle y de manera especial al hoy gobernador Lic. Arturo Núñez Jiménez, quien  otras acciones en favor de los estudiantes y siendo él universitario, organizó una concurrida  mesa redonda sobre el tema de la Disolución Social en la biblioteca José Martí, en la que también expusieron   Jorge de la Cerda Ritz, Ovidio González López, Guadalupe Cano de Ocampo, evento que, por cierto, no fue del agrado del entonces jefe de la 30 Zona Militar, general Joaquín F. Leyzaloa.    
Hoy la historia da puntual cuenta de esos hechos.