• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 29 de Marzo de 2024

Débil México por violencia y corrupción, advierte Fitch


México, DF. La violencia y corrupción que prevalecen en México reflejan una debilidad institucional del país, cuyo progreso para superarlas “será lento”, advirtió este jueves la calificadora de inversiones Fitch Ratings. Los costos económicos asociados a la inseguridad y violencia “permanecerán en el futuro cercano”, advirtió.
    “Ciertos escándalos de corrupción de alto perfil y la continua violencia parecen haber reducido la confianza doméstica y resaltan algunas de las debilidades institucionales de México”, sostuvo Fitch Ratings, al anunciar que mantiene estable la calificación que concede a deuda de emisores mexicanos en moneda nacional y extranjera, en un nivel en que la probabilidad de incumplimiento es marginal.
    El país tiene una posición relativamente baja en términos de indicadores de gobernabilidad relacionados con el Estado de derecho y el control de corrupción, consideró. El progreso que se logre en estas debilidades institucionales será lento, añadió. Fitch espera que la violencia seguirá concentrada regionalmente, “aunque los costos económicos relacionados con ella permanecerán en el futuro cercano”, agregó.
    La calificación sobre la probabilidad de incumplimiento de deuda de emisores mexicanos está respaldada por lo que Fitch Ratings llama “políticas económicas disciplinadas, estabilidad macroeconómica bien establecida y desequilibrios bajos, así como un sector bancario bien capitalizado”.

Deuda en manos de extranjeros es una fuente de vulnerabilidad
    La implementación de amplias reformas económicas bajo la administración del presidente Enrique Peña Nieto, si se ejecutan de forma apropiada, mejorarán la competitividad, inversión y perspectiva de crecimiento del país en el mediano plazo, consideró.
    Las fortalezas enunciadas por Fitch compensan suficientemente, a juicio de la calificadora, debilidades estructurales en las finanzas públicas –que dependen en una tercera parte de los ingresos petroleros–, una intermediación financiera relativamente baja, “y debilidades institucionales evidenciadas en la alta incidencia de violencia relacionada con las drogas y corrupción”.
    La flexibilidad de política económica de México facilita un ajuste al nuevo entorno externo de menores precios en las materias primas (petróleo) y del retiro del estímulo monetario en Estados Unidos, que podría expresarse en mayores tasas de interés en el corto plazo.
    En México, añadió, se permitió que la moneda se depreciara para absorber los choques externos y la Comisión de Cambios —integrada por funcionarios de la Secretaría de Hacienda y el Banco de México— ha empleado una intervención cambiaria basada en reglas para asegurar una liquidez y un funcionamiento del mercado cambiario apropiados.
    La creciente participación extranjera en el mercado local de títulos del gobierno representa una fuente de vulnerabilidad, consideró. Sin embargo, dijo, el aumento del colchón de reservas internacionales desde 2008 y el acceso a una Línea de Crédito Flexible del Fondo Monetario Internacional por 76 mil millones de dólares proveen un soporte adecuado para una sostenida resistencia externa.
    Para Fitch, la estabilidad macroeconómica además se beneficia de una tasa de inflación relativamente moderada (4.1 por ciento a fines de 2014 y 3.01 por ciento en la primera quincena de febrero), la cual se espera que siga cayendo en 2015, y déficits en cuenta corriente moderados, los cuales se espera que se deterioren levemente, con un promedio de algo más de 2 por ciento del producto interno bruto (PIB) durante 2015-2016.
Es probable que se requieran más recortes al presupuesto
La firma calificadora prevé un crecimiento de 3 por ciento para la economía mexicana en 2015, comparado con 2.1 por ciento en 2014 debido a la aceleración económica esperada en Estados Unidos y la mejora en ciertos factores que habían pesado sobre la confianza y el crecimiento el año pasado.
    Una mayor confianza y un aumento en los flujos de inversión relacionados con la implementación de reformas estructurales legisladas en los últimos años debería soportar el crecimiento durante 2016 y más adelante. Sin embargo, los menores precios del petróleo, la reducción en el gasto fiscal y la volatilidad internacional ante el esperado retiro de la política monetaria expansiva de Estados Unidos representan riesgos a la baja para el desempeño económico de México en el corto plazo, consideró.
    Un factor adicional de riesgo, identificado por la calificadora, tiene que ver con los ingresos petroleros. Si la actual debilidad en el precio del petróleo persiste podría retrasar y/o reducir los potenciales flujos de inversión hacia el sector petrolero, especialmente para yacimientos de aguas profundas y fuentes no tradicionales, apuntó.
    “La caída en el precio del petróleo y una menor plataforma de producción de petróleo representan desafíos para la economía mexicana, especialmente para sus cuentas fiscales. La vulnerabilidad de corto plazo de las cuentas fiscales es mitigada por la decisión del gobierno de ejecutar una cobertura de petróleo para proteger el ingreso petrolero del gobierno contra precios significativamente más bajos que los presupuestados, y por el reciente anuncio de reducciones en el gasto fiscal”.
    No obstante, consideró, es probable que se requerirán ajustes fiscales adicionales para que el gobierno logre alcanzar sus metas de consolidación fiscal de mediano plazo, especialmente si se mantiene el entorno de precios bajos y/o si la producción de petróleo no aumenta en línea con lo esperado.
    Los colchones fiscales en forma de fondos de estabilización del petróleo para enfrentar un choque estructural en el precio del petróleo son relativamente bajos, aseguró. Sin embargo, riesgos para las trayectorias fiscales y de endeudamiento del gobierno podrían emerger si los bajos precios del petróleo persisten por un período más prolongado, así como ante tendencias adversas en la producción de petróleo y un menor crecimiento económico.