• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 29 de Marzo de 2024

Desarrollo institucional y cultura política fundamentos de la democracia: Núñez


JOSE A. VAZQUEZ


Llamó a revindicar la política y liberarla del dominio de los poderes fácticos,
eclesiásticos, económicos e incluso del narcotráfico que buscan deslegitimarla
En el marco de la inauguración de la Tercera Semana de la Democracia, el gobernador Arturo Núñez Jiménez sostuvo que la democracia significa una combinación de instituciones, reglas y normas que sirven como la base estructural del proceso político; así como como de actitudes y comportamientos que dan forma a la cultura política y la educación cívica, en un ejercicio de retroalimentación dialéctico constructivo y permanente.
    En lo que podría calificarse como un ensayo de historia y ciencia política, en su exposición durante un evento organizado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT), el mandatario estatal señaló que el propósito debe ser impulsar la educación cívica y la cultura política, como ejes de la consolidación y la calidad de los procesos, el mejoramiento de los partidos, la gobernabilidad democrática, la gobernanza y la participación ciudadana.
    El gobernador Arturo Núñez advirtió de la necesidad de conseguir el equilibrio entre el desarrollo institucional y el desarrollo de la cultura política, toda vez que de no lograr un nivel de igualdad entre estos dos factores, podrían derivar en imprecisiones, desajustes e incluso llegar a bloquearse mutuamente. “Si el desarrollo institucional se dispara y se va muy delante, deja atrás la cultura política, que es el conjunto de actitudes y comportamiento de las personas. Entonces la cultura política no deja pasar el avance institucional”, indicó.
     Lo contrario ocurre, si los comportamientos sociales y políticos rebasan el desarrollo institucional, podría haber turbulencias sociales y quizá hasta movimientos subversivos y revolucionarios que busquen, por una vía diferente a la democrática, modificar la realidad de las cosas, soportadas por el conjunto de instituciones establecidas, por lo que es imprescindible que el desarrollo institucional y el desarrollo de la cultura política caminen en armonía.
 
LA RUPTURA DE 1988
Luego de hacer un recuento histórico de la transformación de las instituciones democráticas, afirmó que a partir de las elecciones de 1988 por primera vez el presidente de la República no tuvo mayoría y por lo tanto tampoco tuvo el control de la Cámara Federal de Diputados por lo que requirió el acuerdo con otras fuerzas políticas nacionales para no solamente reformar solo la Constitución, sino que no podría hacer solo la ley.
    E Incluso que a partir de 1997, nunca más hasta ahora nadie ha vuelto a tener la mitad más uno en la Cámara de Diputados. Y del 2000 a la fecha nadie ha vuelto a tener la mitad más uno en la Cámara de Senadores.
    Cambios federales que paulatinamente alcanzaron a los gobiernos y Congresos locales, al integrarse con mayorías diferentes a las del titular del Ejecutivo, “configurándose por primera vez los gobiernos divididos o gobiernos compartidos en casi todos los estados del país que dieron pauta a la separación de Poderes sin que quiera decir que haya habido colaboración”.
    Señaló que la transición democrática ha orientado el cambio de un régimen político a otro, sin que ello signifique un cambio de forma de gobierno, “sino de las reglas y de la calidad de las reglas”. Indicó entre otros asuntos relevantes que la necesidad de separar la economía de la política, como una obligación que evite acrecentar problemas de desigualdad social de los que deriva el desempleo, incidencia delictiva, pobreza, marginación, déficit de ciudadanía y otros.
    Concluyó, y queda para la reflexión: “Yo defiendo como otros muchos (...) que hay que re-dignificar la política, porque (…) todo lo que se está pretendiendo hacer en contra de los males de la política, es mucho peor que la política”.