Esperan chontales respuesta de Peña

Villahermosa, Tab., 31 de julio.- Pobladores de las comunidades que desde hace 25 días se mantienen en plantón frente a la Pirámide de Pemex, esperan que este viernes la Presidencia de la República, de una respuesta a sus demandas en torno a las reclamaciones por afectaciones petroleras, para levantar los bloqueos a 800 pozos, de lo contario, advierten que se reforzarán las movilizaciones.

    La diputada, Verónica Pérez Rojas, ayer dijo que se comunicó a Los Pinos y le dijeron que hoy  se dará contestación a las peticiones que realizaron los representantes de los municipios  de Nacajuca, Jalpa de Méndez, Cárdenas, Huimanguillo, Cunduacán, Paraíso y Centro, Centla, que acudieron a la Ciudad de México la semana para para pedir la intervención de Enrique Peña Nieto, ante la cerrazón de los funcionarios locales de Petróleos Mexicanos.
    Dependiendo de la respuesta a sus demandas, las comunidades anunciaron esta semana que analizarán levantar los bloqueos a 800 instalaciones petroleras y en la Pirámide de Pemex, desde el pasado 7 de julio.  
    El movimiento iniciado por los chontales de Nacajuca y Jalpa de Méndez, también continúa fortaleciéndose, con la adhesión de los habitantes de la ranchería Buenavista tercera sección, del municipio de Centro, que tienen cerrados los accesos a los pozos de la zona, ante la negativa de la empresa a resarcir los daños. El pasado lunes, no surtió efecto la convocatoria lanzada a trabajadores petroleros que se presentaron a la Pirámide de Pemex para intentar ingresar al inmueble por la fuerza, ante la falta de un acuerdo para levantar el plantón que campesinos que han mantenido su campamente bajo la lluvia y el sol.
    Demandan el resarcimiento de daños a la salud, viviendas, afectaciones a cultivos, pastizales destrucción de la actividad ganadera, agrícola y pesquera, entre otros que Petróleos Mexicanos, pese a asegurar que está abierta al diálogo, en los hechos se niega a reconocer y pretenden excusar su responsabilidad, realizando obras sociales sin un impacto significativo en las localidades que durante décadas han padecido las consecuencias de la actividad petrolera.