• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 29 de Marzo de 2024

Fin de sexenio


Por Uriel Tufiño


@UTufigno

Apenas se cumplen tres años de la llegada de Enrique Peña a Los Pinos y sólo hay una cosa segura: su sexenio ya terminó. El gobierno de Peña legó a su fin la misma noche en la que desaparecieron 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa. Pero él, en lo personal, sepultó su credibilidad –la que tenía, si la tenía- cuando se destapó la corrupción en torno a la llamada “Casa Blanca de las Lomas”, un duro problema resuelto imparcialmente por su colaborador: –Virgilio, te encargo que me investigues. -Sí, jefe, lo que usted diga.
    Previamente, la finalidad de su sexenio se había agotado cuando el “Pacto (contra) por México” cumplió los objetivos que se había trazado: sacar adelante las “reformas estructurales” con la complicidad de las tres fuerzas mayoritarias en el Congreso, PRI, PAN y PRD, más los aplausos de los partidos rémora y uno que otro gobernante de una supuesta oposición que no se atreve a contradecirlo ni en las preferencias en el fútbol. E incluso al interior de su partido también parecía que su influencia se había terminado, pero Manlio Fabio Beltrones no se decide. O no se atreve.
    Cuando Don Beltrone asumió la presidencia del tricolor, la más cantada desde hace muchos años, las voces internas y externas decían que por fin llegaba “un auténtico líder, el mejor político de todos”. A las palabras siguieron los vítores y las porras, e incluso cobraron vida las matracas que se usaban en las épocas de Fidel Velézquez. Pero el “fino” líder tardó más en asumir el cargo que en perder la compostura. Su blanco: Andrés Manuel.
    Don Beltrone se queja de una supuesta inequidad o de un aprovechamiento indebido de los tiempos oficiales de los partidos; pero caray, si el señor Beltrones piensa que en la ley electoral -la que ellos promovieron y aprobaron- existen lagunas o espacios para beneficio de algún aspirante a cargo de elección popular, pues debería hacer lo mismo. ¿O acaso no es su aspiración? ¿O qué o quién se lo impide? ¿Por qué se limita? (No vayan a decir que por honestidad porque me puedo ahogar de la risa).
    Sería muy iluso suponer que Manlio quiere mostrarse imparcial y que ya se dio cuenta que en la carrera presidencial de su partido hay dos adelantados: Aurelio Nuño, por todo el apoyo mediático que se le ha dado, y, por increíble que parezca, Osorio Chong. Respecto de Nuño es evidente que tiene el apoyo de Los Pinos, aunque quién sabe si le alcance en la recta final; pero lo de Osorio sí que es un caso raro.
    La incompetencia terminal del gobierno federal en el área de seguridad quedó evidenciada con la fuga de Joaquín Guzmán. “Imperdonable”, dijo Peña alguna vez. Al inicio del sexenio Miguel Ángel Osorio determinó reasumir todo el control en materia de seguridad y gobierno, por lo tanto, reasumió todas las responsabilidades. Sin embargo, la fuga de “El Chapo” no le costó el cargo. Y aunque desde que le impusieron a Arturo Escobar como Subsecretario trató de deslindarse de él, no suena bien que la PGR haya solicitado una orden de aprehensión en contra de un subalterno.
    A pesar de lo anterior, encuestas recientes ubican a Osorio Chong como el tricolor más aventajado en la carrera para el 2018. ¿Será que por aquí viene la explicación de la orden de aprehensión solicitada en contra del dirigente del Partido Verde? Tal vez ya comienzan a alinearse los grupos al interior del tricolor para jugar su propio juego y eliminar las fichas que sobran. Tomemos en cuenta que la alianza PRI-Verde ha ido más allá de lo electoral ya que ha trascendido a los lazos familiares.  
    Normalmente la carrera por la sucesión comenzaba en los últimos dos años de los gobiernos, pero ahora, ante un fin anticipado de la gestión sexenal, los tiempos se han adelantado y tanto azules, amarillos como tricolores no ven la forma de detener a Andrés Manuel pero son víctimas de sus propios amarres legislativos. Y su peor torpeza es mandar iniciativas que desnudan su única finalidad y su mayor temor: perder la elección en 2018. Por eso quieren la segunda vuelta en la elección presidencial y disminuir el número de legisladores