• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 25 de Abril de 2024

FREE LANCE.

Complicidades.


JESÚS PÉREZ PÉREZ.


Con la celebración del Campeonato Centroamericano de Baloncesto (Cocaba) Tabasco 2015 femenil categoría U14, diferentes actores deportivos de la especialidad coinciden en afirmar que los arcaicos vicios de esta disciplina deportiva continúan enquistados, pero como a sus alrededor se tejen complicidades nadie dice nada.
    Esas prácticas antideportivas sumergieron por varios años en una severa crisis al llamado deporte ráfaga, que originó un organismo paralelo a la federación mexicana en la materia, denominada Ademeba y aun cuando aparentemente hubo acuerdos para la convivencia de ambas es evidente que cada una se siente superior a la otra.
    Al recibir el torneo Cocaba la entidad los representantes de cada uno de los organismos que regulan en baloncesto local, rizomas de las agrupaciones con etiqueta de nacional,  ante autoridades internacionales del basquetbol, como testigos, se comprometieron a trabajar juntos por el bien de este deporte.
    Sin embargo, los pequeños y grandes desacuerdos hacen acto de presencia, que por la dimensión de la competencia se mantienen en el anonimato,  pero estas discrepancias son como el embarazo: difícil de ocultar; porque las personas alrededor de uno y otro grupo lo comentan en voz baja.
    Tanto en el deporte y la vida misma la competencia es sana, cuando se busca ser mejor que el adversario, desafortunadamente cuando se trata de siglas, ese pique  es para opacar al rival y con ello quien pierde es el deportista al colocarlo entre la espada y la pared de los problemas internos.
    Gradualmente el baloncesto local intenta, como el ave fénix, renacer de sus cenizas,  con la colaboración de los organismos y el Indetab, pero el divisionismo merma los objetivos de una u otra forma. La geografía tabasqueña es estirpe de talentosos jugadores, es cuestión de hacer causa común para proyectarlos.
    Las mafias deportivas difícilmente desaparecerán, los intereses extradeportivos  que giran en torno al deporte, generalmente traducidos en dinero, son de grandes dimensiones y caldo de cultivo para la reproducción de mafiosos que se eternizan o heredan el poder a su conveniencia.
    Un ejemplo claro es el balompié que recientemente cimbró la opinión pública mundial por la corrupción de sus dirigentes internacionales,  porque los que gobiernan éste u otros deportes no son angelitos. Además, como se hilan confabulaciones únicamente queda la esperanza que por lo menos desarrollen y promuevan, es este caso, el baloncesto. El poder es poder.