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Imprevistamente, en medio de varias interrogantes, arribó a Tabasco, una franquicia de la Liga Premier serie B, la cual compartirá el estadio Olímpico de la Ciudad Deportivo para jugar como local, con Dragones de Tabasco de le Tercera División, ambos del balompié profesional mexicano.
    Con antecedentes en tierras michoacanas, a mediados de este año nació en Ciudad del Carmen, Campeche, el conjunto Isleños del Carmen F.C.,  propiedad del ingeniero Alejandro Mendoza Aguayo, empresario de la construcción, y aunque el equipo arrancó el  Torneo de Apertura, por problemas de uso del estadio, para jugar en tierras campechanas, dejó la plaza.
    Aunque el suceso iba en contra de los ordenamientos de la Liga Premier serie B, presidida por José Vázquez Ávila, -antes Segunda División-, como caso de extraordinario,  el gremio autorizó a los directivos del conjunto buscar una nueva sede que encontraron en Villahermosa.
    El pasado jueves, para asombro de la afición tabasqueña, fue presentada la oncena a los medios de comunicación, con la presencia Vázquez Ávila, del dueño del club y el aval del Diputado Federal y líder estatal del Partido de la Revolución Democrática, candelario Pérez Alvarado, promotor de un proyecto de futbol llanero.
    El debut de la escuadra en su nueva casa ocurrió el sábado pasado contra Ocelotes de la UNACH, dentro de la jornada seis del torneo; encuentro que perdieron los locales por goleada. Debido a que por reglamento es imposible cambiar de nombre, hasta finalizar el presente campeonato jugaran como Isleños del Carmen F.C.
    El propietario del equipo, quien se comprometió ante la Liga a jugar por muchos años en tierras tabasqueñas, con la advertencia que de no cumplir lo sancionaran. Asimismo, ofreció un conjunto con jugadores tabasqueños, cambiar el mote con uno que se identifique con el aficionado local y colaborar con Dragones de Tabasco.
    A lo largo de que la entidad tuvo su primer equipo de futbol profesional, inversionistas locales arriesgaron su capital en algún proyecto de este tipo, lo mismo que capitalistas foráneos que terminaron por abandonar la entidad, sin cumplir todas sus promesas con la afición.
    Los fanáticos locales estuvieron a punto de quedarse sin balompié de paga, por el éxodo de Dragones; pero Marciano Martín Salas Hernández, quien se deshizo de equipo al  mitológico por falta de dinero para sostenerlo; con un nuevo proyecto y administración retornó con otro Dragones de Tabasco.
    El tiempo responderá todas las incógnitas que ocasionó la llegada extemporánea de otro equipo de fútbol profesional a territorio choco. Lo destacable de esto es que el jugador local tendrá doble escaparate. El poder es el poder.