• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 28 de Marzo de 2024

Ignoran candidatos explotación sexual

En debate, se resisten a castigar la demanda de trata de personas


Angélica Jocelyn Soto Espinosa


México, DF, 22 de mayo del 2015 (Cimacnoticias).- La candidata por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) Evangelina Hernández Duarte, y los candidatos Oscar González Yáñez del Partido del Trabajo (PT), y Ricardo Monreal Ávila de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), aseguraron que de triunfar en las elecciones legislarán contra la trata de personas, pero no así para castigar la demanda de la explotación sexual comercial.
    La y los aspirantes participaron ayer en la Fundación Heberto Castillo, en un debate sobre Derechos Humanos, trata de personas y prostitución, al que convocó la presidenta de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés), Teresa Ulloa Ziáurriz.
    La cita era a las 11 de la mañana con candidatos a diputaciones locales y federales de cuatro partidos políticos de izquierda, pero 30 minutos antes del mediodía, Laura Itzel Castillo Juárez, representante de la Fundación, tuvo que disculparse por iniciar el debate sin la presencia de los abanderados del PRD y Movimiento Ciudadano (MC).
    Mientras Castillo hablaba sobre la importancia de legislar para sancionar el consumo y demanda de la explotación sexual comercial, Evangelina Hernández, candidata del PRD a una diputación local por Coyoacán, llegó apenas a tiempo para iniciar la discusión.
    Sorprendió al público -integrado por académicas y activistas- la presencia de la aspirante, ya que la invitación tenía escrito en su lugar el nombre del también candidato perredista Víctor Hugo Romo Guerra. También causó sorpresa que Armando Quintero Martínez, abanderado por MC a la jefatura delegacional en Iztacalco, no se presentara.
    A las 12 en punto, el integrante de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, David Peña Rodríguez, quien moderó la mesa, pidió a la candidata y a sus dos pares que explicaran en 10 minutos su postura frente al delito de trata de personas, y que respondieran si en caso de triunfar en las próximas elecciones qué acciones realizarán para combatirlo.
    En su turno, Oscar González Yáñez, candidato del PT a la alcaldía de Metepec, Estado de México, vinculó el delito de trata con la pobreza, la corrupción y lo calificó como un “problema cultural”, ya que “las mismas mujeres se conciben como objetos”.
    Al cierre de su intervención, el petista aseguró que de resultar electo legislaría para castigar el consumo y demanda de prostitución, y además para combatir la corrupción que permea las instituciones encargadas de sancionar el delito.
    Ricardo Monreal, candidato de Morena a jefe delegacional en Cuauhtémoc, enumeró el conjunto de acuerdos internacionales firmados por México en contra del delito de trata y, trastabillando, se concentró en citar un cúmulo de cifras.
    El abanderado dijo que la demarcación capitalina para la que se postula tiene 151 puntos donde se ejerce el “trabajo sexual”, en el cual -apuntó- “no puede negarse que hay niñas”.
    Observó que lo más preocupante de este delito es que lo enfrenten los “débiles”, como las mujeres y los niños. Aseguró que castigaría la demanda de prostitución infantil y que combatiría la corrupción.
    Por su parte, la perredista Evangelina Hernández solicitó permiso para hacer un “comercial” sobre su libro “Tierra de Padrotes”, en el cual aborda la trata de personas con fines de explotación sexual comercial en el estado de Tlaxcala.
    La también reportera convirtió sus 10 minutos de intervención en un gran espacio publicitario sobre su investigación, y olvidó señalar si castigaría la demanda de prostitución.
    DEBATE
    David Peña preguntó directamente a la candidata y los postulantes si estarían dispuestos a legislar para que se prohibiera el consumo de explotación sexual comercial, pero no sólo de menores de edad sino también de mujeres adultas.
    La respuesta de González Yáñez fue concisa. No dudó en señalar que sí castigaría la demanda en todas sus formas, ya que por falta de oportunidades de desarrollo para las mexicanas no existe la prostitución voluntaria.
    En contraste Ricardo Monreal, candidato de Morena, abundó que él no condenaría toda la prostitución, ya que existe una que es “voluntaria”, e insistió en distinguir entre la trata de personas, la violencia contra las mujeres y el “trabajo sexual”.
    Luego citó más datos, leyes capitalinas -que Teresa Ulloa señalaría como “inexistentes”- y tratados internacionales que -según dijo el candidato- reconocen el “trabajo sexual” como una relación “contractual” entre una mujer y un hombre.
    En su turno, Evangelina Hernández dijo tibiamente que llevaría el tema al análisis, ya que hay académicas que defienden que las mujeres pueden ejercer el “sexoservicio”.
    Al continuar la promoción de su libro, la candidata por el PRD agregó que preguntó a decenas de mujeres y hombres en condición de explotación sexual si cuando eran menores de edad aspiraban a la prostitución. La respuesta invariable fue “no”. También les preguntó si fueron abusadas en su infancia y 90 por ciento dijo que sí.
    Alrededor de las 12:30 horas, Monreal dijo que una “cita muy importante” lo obligaba a retirarse del debate. “No crean q    es una descortesía hacia ustedes, pero tengo que respetar a quien me está esperando”, se disculpó y se fue entre protestas del público, mientras que unos “paleros” (simpatizantes) le aplaudían.
    En la última pregunta, sobre la política de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del DF de otorgar credenciales a las mujeres en contexto de prostitución, González Yáñez rechazó la medida por ser una “forma de control”, mientras que Evangelina Hernández dijo sin convicción que primero hay que sensibilizar a los jueces porque luego de dar las credenciales “se lavan las manos”
    Para cerrar el debate, Teresa Ulloa -cuya organización ha rescatado a mil 312 mujeres víctimas de trata de personas- criticó que en general persista el desconocimiento sobre este delito entre la clase política, y reprochó a Monreal el uso de un “lenguaje mercantil” para referirse a la explotación sexual de las mujeres.
    La activista remarcó que desde la postura de las organizaciones civiles “el cuerpo de las mujeres no se intercambia, no se negocia y no se vende”.