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Ni la lluvia nos detiene: Gaudiano


Villahermosa, Tabasco 01 mayo 2015.- Con gran emoción por reanudar la campaña electoral, el equipo que encabeza el candidato a la presidencia municipal de Centro Gerardo Gaudiano Rovirosa caminó por el fraccionamiento Estrellas de Buenavista, solicitando casa por casa el voto ciudadano. Ahí sus habitantes reconocieron en el candidato del PRD-Nueva alianza al político joven y con trayectoria que necesitan para que dé respuesta a las demandas de seguridad y de calidad en los servicios municipales más elementales.
    Con mucho cariño la señora de la tercera edad Lucía Beaurregard viuda de Jacinto solicitó hacerle al candidato Gerardo Gaudiano una oración para él y su proyecto de llegar a ocupar la presidencia municipal. Con humildad el nieto de don Leandro Rovirosa Wade aceptó con mucha emoción y al término de la oración se despidieron con gratitud en sus miradas.
    En otra casa lo recibieron y le manifestaron que se necesitaba una solución al problema de tránsito hacia el periférico citadino, ahí Gaudiano Rovirosa sintetizó su propuesta de en los primeros siete meses de gobierno bajar el tiempo de traslado del puente de los Monos a la glorieta Guayabal de 45 a 15 minutos, con una inversión de 120 millones de pesos. A grandes rasgos mencionó el proyecto de gran visión para hacerle una cirugía mayor a las vialidades de la ciudad capital. Con la finalidad de agilizar el tránsito vehicular.
    El ambiente festivo de la campaña protagonizada por mujeres y jóvenes no decayó pese a las cinco horas de rigor que el aspirante a la alcaldía camina en su campaña. Entre porras y bullas los vecinos salían para escuchar a Gerardo Gaudiano quien les pedía una oportunidad para gobernar Centro.
    Luego de tres días de inactividad, retornó más dinámico y recorrió también a paso constante las calles del Fraccionamiento Santa Elena, ahí desestimó los reportes de lluvia para la tarde y prosiguió con sus recorridos por todo el municipio de Centro; “ni la lluvia nos detiene” alcanzó a decir mientras continuaba con sus visitas casa por casa.