• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 19 de Abril de 2024

LA “OPCIÓN” QUE NO ES OPCIÓN

El Gregueriano: El ciempiés sin cabeza contra la providencia.


EMMANUEL RUIZ SUBIAUR


No obstante de que, por cualquier lado que se le vea, el Frente Amplio Ciudadano por México (formado por dirigencias de ideologías opuestas e inengarzables: PAN (derecha ultraconservadora)- PRD (“nueva Izquierda” con ADN desteñido o nuevos en la izquierda descolorida)- MC (ciudadanos inocuos pro democracia cristiana en etapa de extinción como partido político) no sólo no se consolida sino que anda dando palos de ciego sin rumbo y sin principios, un político de la talla de Arturo Núñez lo califica como una “opción para que no haya restauración autoritaria en México”.
    No obstante, ello, a los mexicanos no se nos olvida la actitud presidencial de Fox (el Vaquero Idiota) y FeCal (el consorte de la señora Botella) -y adictos ambos al botín-, panistas ultra autoritarios que aterrorizaron durante 12 negros años en el país. No se sabe si ya olvidaron sus más de 120 mil asesinatos prohijados por ellos al “sacar a las calles al Ejército Mexicano” no a sólo desprestigiar al cuerpo armado nacional –ese si cuerpo popular-, sino también a ponerles en peligro -y en ridículo al hacer tareas de seguridad pública -cuando su función y para lo que están preparados es en tareas de seguridad nacional-, o si la justificación oculta para apoyar y propiciar una alianza contra natura sea una decisión de sobrevivencia política.
    Realmente está muy en duda que el PAN sea una opción que no sea la restauración del autoritarismo. Si algún partido es “autoritario”, ese es el PAN; así que pobre opción puede conformar ese partido de “no restauración del autoritarismo” en un frente donde sus otros dos arrimados o “aliados” no cuentan; ¡en fin!
    Por si ese óbice fuera poco, ya del tricolor, otro político de algunos vuelos, les mandó a decir que “su frente” se mantendrá unido: ¡hasta que el candidato los separe! CAnaya o Moreno Valle, Mancera o quién sabe quién. Hasta el mismo Moreno Valle de triste memoria como Gobernador de Puebla, haciendo presión para que él sea el “candidato” del estrecho frente, acaba de declarar que, si se impone candidato a la Presidencia por el estrecho frente, ese Frente tendrá candidato a la Presidencia, pero no Presidente de la República. El “mensaje” de Moreno Valle es contra CAnaya; de los posibles candidatos del PRD o de MC, ni se toman la molestia de nombrarlos; es decir, ni los toman en cuenta. El Frente es un ciempiés, ¡sin cabeza! O sea: no tiene frente.
    Es cierto, AMLO se ha ido con todo contra sus antiguos “compañeros de partido” (PRD), también lo es, y más, que esos “compañeros de partido” nunca fueron “tan compañeros” y le hicieron serios agravios, depusieron sus principios ideológicos y traicionaron el fin último de esa agrupación de masas –no sólo agraviaron a AMLO sino también, al PRD lo hirieron de muerte-. No sólo fue AMLO quien lo resintió; Cuauhtémoc Cárdenas dejó primero al PRD, abandonado esa agrupación política porque los “nuevo izquierdistas” se apoderaron de la dirigencia para adulterar lo esencial de ese partido. Y le siguió la del “cochinito de 5500 millones”, Rosario Robles.
    Es cierto, AMLO ha mantenido ha actitud de independencia obcecada, también lo es que su contraparte al interior de esa formación política ha mantenido una actitud de sumisión y terca entrega al gobierno federal en turno, buscando siempre obtener alguna raja o migaja de poder deponiendo su ideología –y lo han hecho con terquedad más que necedad y recurrentemente-. Véase como han actuado ADN, Galileos, NI o Vanguardia Progresista.
    Parece que a AMLO no se le perdona que se haya ido por “la libre” a crear su propia organización política y haya tenido éxito dejando abandonados a sus contrapartes sol aztequistas, sueltos a su suerte –como si dijese para su fuero interno: si dicen que solos las pueden, pues ¡háganle! -. Pero esa actitud de AMLO fue catapultada por sus contrapartes, al igual que sucedió con Porfirio Muñoz Ledo, Rincón Gallardo, González Guevara, Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez, Pablo Gómez –y si no hubiesen muerto, también Heberto Castillo y Valentín Campa-.
    Los dirigentes de las corrientes (o tribus) en el PRD querían tener secuestrado a AMLO; como si ellos fuesen los dueños de una marca: hoy no tienen más que un membrete –y 4 gubernaturas, ciertamente; de 32-. Hablar de madurez política implica reconocer –como decía mi tío Matías Gordillo-: que todos tienen parte de razón… desde su perspectiva.
    Las “tribus” al interior del PRD, caníbales todas, son a ese partido, lo que los cárteles de la droga son para el priatopanato –no hay un Cartel del narcotráfico ni banda delictiva en el país, que no sea socio o financiero del pri y del pan-.