• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 18 de Abril de 2024

OTRA VEZ ¡NO MAMES, PEÑA!


EMMANUEL RUIZ SUBIAUR


En teoría y por ser un país productor, México debiera conservar precios bajos de los combustibles y cuando mucho ajustarlos de acuerdo a la inflación anual. Esto no sucede así y el Gobierno Federal dando como excusa que tiene que importar gasolina cara (lo cual no es culpa de los ciudadanos sino de los gobiernos actuales y pasados)  traslada la diferencia a los consumidores finales y establece una política de precios impredecible, sin que sepamos cuanto valdrá al final del año.
    Respecto al precio al público que el gobierno federal le pone a las gasolinas, es evidente que estos aumentos de precios siempre fueron muy por arriba del crecimiento inflacionario y los ciudadanos nos vimos obligados a pagar durante muchos años precios significativamente más altos que los que regían a nivel internacional.
    Ejemplifiquemos: En el año 1998 durante los efectos del “Error de Diciembre” (presidente: el inepto y ladrón de Zedillo), el precio al público de la gasolina en México estuvo 34.5% más sobre el precio en EEUU.
    En el año 1999 durante la crisis del “Error de Diciembre”, con el incompetente y ladrón de Ernesto Zedillo, el precio al público de la gasolina en México estuvo 38.6% más sobre el precio en EEUU.
    Durante el sexenio atroz del “Vaquero Loco”, Fox: al 31 de Diciembre de 2001, la gasolina fue 36.9% más cara en México que en EEUU; y al 31 de Diciembre de 2002, la gasolina fue 36.5% más cara en México que en EEUU.
    Con el borracho de FeCal: al 31 de Diciembre de 2007, la gasolina fue 24.0% más cara en México que en EEUU; y concluyó, al 31 de Diciembre de 2011, con un precio de la gasolina que fue 25.2% más cara en México que en EEUU.
    Con el falaz Peña: Al 31 de Diciembre de 2014, la gasolina fue 32.8% más cara en México que en EEUU. Al 31 de Enero de 2015, la gasolina fue 34.1% más cara en México que en EEUU. Al 31 de Diciembre de 2015, la gasolina fue 31.7% más cara en México que en EEUU.
    En el sexenio del mentiroso Peña: Al 1o. de Enero de  2016, la gasolina es 29.6% más cara en México que en EEUU.
    Para finales de Noviembre del año pasado, la venta de gasolinas caras le había dado, en sólo 10 meses, 176.1 mil millones de pesos al gobierno federal.
    La recaudación en impuestos por venta de gasolinas superó por mucho a lo esperado en 2015, incluso por encima de lo que el Gobierno Federal recibe por las coberturas petroleras. Son los consumidores quienes lo pagan.
    SHCP recaudó 176.1 mil millones de pesos más por concepto del IEPS aplicado a las gasolinas, y el monto recibido por la cobertura petrolera, fue de 106 mil mdp. Los mexicanos aportamos hasta 70 mil mdp más.
    La venta de gasolinas, sigue siendo un ‹negociazo› para el gobierno federal. Y esos abultados ingresos no se reflejan en el bienestar de la economía del ciudadano ni de la población.    
    Hay preguntas serias que hacerle a los que manejan las finanzas del gobierno federal: ¿Por qué, si, por ejemplo, en el año 2008 bajó el precio de la gasolina en EU, no bajó en México?
    Se debe preguntar a los que han administrado las finanzas públicas, si de los totales de Importaciones y Exportaciones de Productos Petrolíferos desde 1938 hasta la fecha se han obtenido superávits superiores que van de 11 mil millones de dólares a más de 26 mil millones de dólares cada año: ¿En qué se gasta el gobierno federal el superávit de esas ventas?
    Así, podremos encontrar que en 2011 el superavit fue de 26,131 millones de dólares en esas ventas exportadoras de productos petrolíferos (a pesar de comprar gasolina importada de alto precio). ¿En qué se gastó el superavit? Es evidente que no se aplica a mejorar la golpeada economía de los ciudadanos. ¿Acaso se lo embolsan los bandidos del gobierno federal?, ¿Lo repartan a manos llenas a los Gobiernos de los Estados (que lo gastan de manera discrecional y no rinden cuentas como quieren hacer sentir los financistas del gobierno federal)?
    Ya no se trata de que la gasolina sea más cara o barata que en EU, se trata de que el poder adquisitivo en general, no puede ser comparable en ambas economías. Los incrementos a precios del combustible causan presión inflacionaria a la economía y repercuten directamente en el bolsillo de los consumidores.
    El aumento de la gasolina repercute directo en los bolsillos de la gente de menores recursos a través del aumento en todas las tarifas de transporte y si la carestía y presión inflacionaria continúa se reflejará en los precios de todos los insumos que irremediablemente se verán afectados en sus costos de transporte.
    El vehículo se utiliza, normalmente, con fines de trabajo; los incrementos salariales son míseros respecto al del combustible. ¡NO MAMES, PEÑA!