• La Verdad del Sureste |
  • Martes 16 de Abril de 2024

Peña Nieto, Sarah Palin y…sus escuelas


Rubén Mújica Vélez.


Alaska, una de las “50 estrellas” de la bandera de EUA de NO., es un territorio comprado en 1867 a Rusia. Esa remota y semivacía región fue gobernada por Sarah Palin. El vacío demográfico facilita que un político carente de inteligencia e iniciativa se desempeñe sin muchas complicaciones. Fue el caso.

    El atractivo físico de Sarah Palin, en EUA en que la apostura es vital para su presencia mediática, la llevó a incluirla en la contienda electoral para la Presidencia como acompañante del republicano John McCain. Fue “chiva en cristalería”. Pretendió imponer rumbo a la campaña y manejar la agenda electoral por arriba del candidato a la presidencia. Por cierto, tampoco muy talentoso. La Palin gastó como no lo habían hecho muchos precandidatos en la historia de ese país. En viajes de placer que no en campaña política, acompañada por su hija y en frívola actitud, como si fuera de “shopping” permanente.

    Sus intervenciones en la campaña fueron lamentables, Vacía de ideas, repleta de tonterías, igualó el record chocarrero de Vicente Fox o el de…Enrique Peña Nieto. Confundió países y mostró una ignorancia de tal calibre que se manifestó como “un peligro para EUA”, al considerar su responsabilidad en asuntos internacionales. Ignoro si como “El Homúnculo de Atracomucho” no pudo mencionar tres libros claves en su vida.

    La Palin con sus desbarradas ayudó a pavimentar el camino al desastre de McCain, enfrentado a Obama, el Premio Nobel de la Paz, promotor de guerras e invasiones como en Pakistán. La Palin mostró su provincianismo agudo y reveló su nivel de incompetencia. No daba para más, apenas para gobernadora de un estado ¡sin gente!

    ¿Existe o no gran similitud con el ambicioso Enrique Peña Nieto? Éste ignoró la máxima de un maestro de la Facultad de Economía, respecto de los políticos carentes de talento pero ansiosos de escalar:

    ¡No es lo mismo la Arena México que la Coliseo!

    Peña Nieto en campaña mostró sus carencias y el afán de compensarlas con poses dignas de Brad Pitt o Di Caprio. La Feria del Libro en  Guadalajara reveló su ignorancia supina. Además de su increíble osadía, característica de tontos, de pretender recetar una sarta de banalidades a un público de lectores. Acudió con la seguridad que era un mitin con mexiquenses modestos a los que podía reiterar hasta el cansancio su estribillo de “te lo prometo y te lo cumplo”. Después entró en el “Túnel de la Ignorancia”: no supo cuál era el salario mínimo, respondió que “no era el ama de casa” para saber el precio de las tortillas y no supo deletrear las iniciales de un banco extranjerizado hasta la médula. En fin, reveló que su nivel era apenas el “choricero” toluqueño. Provincianito de poca monta, Peña no supo manejar magistralmente como Carlos Hank González su cautivadora sonrisa y…su nivel de profesor de primaria. Peña Nieto, ávido por el poder, se precipitó en el tobogán de los mediocres.

    Este palurdo personaje ha creado una “escuelita” que para México resultará sumamente cara. Peña ha despertado la ambición de varios “virreyes” estatales por alcanzar la presidencia. Uno recientemente tuvo que ajustarse a sus auténticos alcances: Fidel Herrera Beltrán. El pintor de rojo-por la sangre vertida y los negocios con la compra de pintura al mayoreo- tan afortunado que ¡le pegó dos veces al “gordo” de la Lotería Nacional! Ahora Don Fidel, aporreado por su heredero Duarte, mantiene un “bajo perfil” ante el temor que se descubran sus “virtudes financieras” y se sume a la cola creciente de “priístas distinguidos” de los que Peña Nieto tiene que deslindarse por su enriquecimiento ¡explicable! Saqueo de las arcas públicas. El futuro del “Negro” Herrera Beltrán se percibe ¡negro!

    Otro “virrey” que empieza a oír las campanas celestiales de la adulación por sus supuestas “capacidades innegables” como aspirante a Los Pinos, es el gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle. Descendiente de otro gobernador puesto por decisión del “Chacal de Tlatelolco” Díaz Ordaz. Ahora el retoño, injustificadamente usuario de los mismos apellidos de su antecesor, ha iniciado un programa de gastos desmesurados con los “medios” para posicionarse como hiciera Peña Nieto, en el escenario político nacional. Soslaya las obras de beneficio público con que se inició exitosamente ante sus gobernados. Ahora invierte en los medios. ¿Habrá ya convenido un costoso compromiso con Televisa y TvAzteca?

    Esto nos aboca a un problema creciente. El país no cuenta con recursos suficientes para una serie de Tartufos que además de enriquecerse, gastan a manos llenas en su promoción en el “Canal de los Estrellados”. Se debe poner un hasta aquí a esas ambiciones provincianas. El mejor y negativo ejemplo es Enrique Peña Nieto, después de Fox, el mejor ejemplo de “Monstruo de la Tele”. Ambos corruptos, tontos, tozudos, gastalones,  reproducciones vivas de Sarah Palin. Gobernadores ¡virreyes” de Ínsulas Baratarias, con la rústica visión, pero sin la sensatez de Sancho Panza.