POSTAL DE CRONOS

Los tiempos electorales sacan a relucir las buenas voluntades, sobre todo de unidad, entre los partidos políticos. Se cocinan alianzas entre ellos. Se busca un bien común de manera interna: los unos que declinan por los otros a nombre de la unidad. Sólo habría que preguntar a los actores políticos por qué razón nunca ha habido un intento de unidad entre el gremio de la clase política y el pueblo, por qué en Instituto Nacional Electoral (INE) llama a los ciudadanos a participar el día asignado para las elecciones de servidores públicos en nombre de la democracia pero no incentiva un verdadero arbitraje que no incline la balanza hacia un candidato determinado por el poder empresarial y otros intereses ajenos a la democracia que tanto se predica. Aún no se olvidan las tarjetas Monex y Soriana. Y sobre todo la vista gorda que hicieron los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ante el asunto mencionado.

    Ojalá que esas buenas voluntades fueran reales y no engañosas, pues son puros ganchos electorales con piel de oveja que juegan con las necesidades de la ciudadanía o de las poblaciones más vulnerables y proclives a caer en la mentira de las simpatías y la simulación de los políticos sin ética. Por esta razón, aquello de las pruebas de la ley antidoping no resulta ser más que un teatro que se monta a la par de la publicidad embustera; ¿cuántos gobernadores borrachos o drogadictos hemos tenido en Tabasco? Y en el caso del polígrafo, ¿cuántos políticos mentirosos hemos padecido y continuamos padeciendo? Que los promotores del circo nos respondan estas preguntas.
    Por ello, la iniciativa de la Coparmex de promover una campaña contra los ´políticos chapulines´ no es descabellada, puesto que al ciudadano común le llenan la cabeza con promesas irrealizables pero no dicen qué han hecho anteriormente en los puestos que han ocupado y sobre todo qué tan plausible y fiable puede ser toda esa información que ofrezcan sobre sí mismos. Esta plausibilidad habría que revisarla en el caso del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) cuando dice en su publicidad que ´el que contamine pague ´, en cuanto a la contaminación y daños ecológicos que Petróleos Mexicanos (Pemex) causados en Tabasco qué han hecho concreta y realmente los diputados verdes para contrarrestar la negativa de la paraestatal para cumplir con sus compromisos con la sociedad.
    Si el exalcalde de Comalcalco, el priista Gregorio Arias Pérez se envalentona al decir que ´le pongan fecha al laboratorio´ para la prueba de antidoping más le valdría decir claramente qué hizo como alcalde en esta localidad, cuáles fueron los alcances de su administración para que hubiera un verdadero desarrollo y en qué ámbito, mismos que la ciudadanía pueda constatar y por ello votar a favor de su plataforma política. Se sabe que varios políticos tabasqueños pertenecen a congregaciones religiosas, por lo tanto ética y moralmente son íntegros: ¿es necesario el antidoping y el polígrafo don Goyo?
 ¿Acaso no es esto más de lo mismo? Turquesa, verde, tricolor, amarillo, azul… la gente joven, estudiantes, obreros, campesinos, burócratas que votarán en las próximas elecciones creen cada vez menos en las ideologías representadas por estos y otros colores de izquierdas, centros y derechas; la desconfianza en los políticos y en algunas instituciones arbitrales se generaliza: la violencia y el repudio contra un gobierno legal pero ilegítimo son el resultado sistemático de la mentira y el engaño en que la clase política se ha conducido. Al final es como si los políticos ejercieran esa unidad de voluntades, pero contra el pueblo.