• La Verdad del Sureste |
  • Martes 23 de Abril de 2024

POSTAL DE CRONOS

La cosa nostra, los madrazo -corleone: son los verdes


Ulises Rodríguez Guzmán


*Que lo compre quien no lo conozca; un personaje que rompe la vajilla por donde pasa

Sería buena y bastante aceptable la propuesta de Raúl Drouaillet la de convertirse en el primer alcalde del municipio de Centro sin percibir un salario. Sería bueno este tipo de experimentos para que los políticos profesionales vean que sí se puede trabajar sin sueldos estratosféricos como lo ha demostrado el Presidente de Uruguay, José Mújica. Así los políticos manifestarían también esa responsabilidad social que acostumbran mencionar en sus discursos, pero que en la práctica nunca han cumplido. Claro, hay un mundo de distancia entre Raúl y Pepe Mujica, pero después de Humberto de los Santos y de Chucho Alí, ¿quién querría contratar a un alcalde?
    Uno duda realmente que haya políticos con buena voluntad en estos tiempos. La gente no lo sabe y mucho menos cree que los haya. Un ejemplo de mal político y que al parecer aún intenta que los tabasqueños sigamos manteniéndolos es Roberto Madrazo Pintado. Éste era ofrecido por sus publicistas como un político con mucho carisma entre la clase campesina y obrera, decían que sería un buen gobernador como don Carlos Madrazo Becerra, su progenitor; Roberto Madrazo, buen orador, conseguía que sus discursos fueran bienvenidos entre los tabasqueños; sus finas maneras de vestir no eran motivo de sospecha de que pudiera ser tan déspota como un Porfirio Díaz pero de pacotilla.
    No obstante ese joven político de la década de los 90 pertenece a un partido con un negro pasado. Un partido de la sospecha. Incluso se piensa que desde las altas cúpulas del instituto político dio la orden de eliminar física y políticamente a don Carlos Madrazo. A Mdrazo El Grande. Su vástago Roberto Madrazo consiguió la gubernatura de Tabasco muchos años después de la muerte del padre. Pero demostró que detrás de esa máscara de finuras y elegancias, de buenas aptitudes oratorias, se escondía uno de los más oscuros y ambiciosos personajes que sería conocido en el país y a nivel internacional como uno de los principales corruptores de la política mexicana.
    Como el retrato de Dorian Gray, Roberto Madrazo tendrá el suyo en un lugar adonde sólo él pueda acceder y contemplar la decadencia de su propia imagen. Se aprovechó de la credulidad de los tabasqueños e intenta continuar con su mentira, a través de esa ficción que se llama Federico Madrazo y otra ficción y fraude a la democracia, el llamado Partido Verde Ecologista de México.
    Roberto Madrazo es hábil y paciente como los zorros que protagonizan las Fábulas de Esopo: aguardó a que sus correligionarios confiaran en su silencio y llegado el momento necesario está contribuyendo a su divisionismo para que todos, descontentos, emigren al partido que administra detrás de bambalinas Floricel Medina Pereznieto y es financiado en el sureste con el dinero de los chiapanecos. Claro que sin consentimiento de nuestros pobres vecinos.
    No hace falta mucho hurgar para saber cómo se las gasta el pupilo de Manuel Gurría y Carlos Hank. Habría que ver qué opina la maestra Elba Esther Gordillo sobre la perversidad de Roberto. Habría que cuestionar a aquellos que sufrieron las traiciones robertistas en los años más recientes. Habría que preguntarnos a nosotros mismos por qué somos capaces de soportar tanta mezquindad de un ser al que sólo le importan el poder y los privilegios, que ha acostumbrado del quehacer político para su beneficio y sin la menor consideración del bienestar de los tabasqueños.
    Madrazo Pintado, por medio de su vocero oficial, el tristemente célebre Pechel (el licenciado miriñaque, le decían), asegura que Roberto no renunciará al tricolor de sus amores, como lo han hecho priistas de mucha tradición. Pero, faltaba más, advierte que no ve con malos ojos que la mayoría de los renunciantes busque cobijo tras las siglas del PVEM. Aún la cantada renuncia de Rosalinda López Hernández le vino como anillo al dedo, pues la experredista tiene las claras intenciones llegar a la gubernatura chiapaneca a través de su cónyuge, pariente cercano de Manuel Velasco, aunque de paso aprovecha llevar votos al verde en Tabasco. Curiosa manera de tejer y amarrar sus redes para que Tabasco y Chiapas se pinten del color de la selva.

CHAPULINES Y ALACRANES
La mafia es verde con salpicaduras tricolores. El meticuloso don Roberto Corleone Madrazo y su abogado Pechelini son la verdadera cabeza de un partido que, como dice el dicho popular, está como lagarto hambriento: cachando a todo priista o perredista descontento para simular que éste es un instituto diferente porque en él caben todas las ideologías siempre y cuando sea por el bien de los tabasqueños. Tamaña mentira. Con Verónica Pérez Rojas sólo lograrán que los campesinos de Jalpa de Méndez y Nacajuca no sean más que carne de cañón en sus reclamos contra Pemex, pues nadie ha conseguido que la desmantelada paraestatal le cumpla a los descontentos chocos ante la ola de contaminación y corrupción que ha ocasionado desde el famoso boom petrolero.

Siendo dirigente del PRI estatal, Roberto Madrazo dividió a su partido y puso a pelear a todos contra todos. Lo mismo hizo siendo gobernador y también como dirigente nacional del tricolor. Le jugó chueco a Francisco Labastida y a Arturo Núñez. Ahora hace como que se la juega con el PRI pero alimenta al verde. Cuánta razón hubo en aquella pregunta que le lanzaron en la campaña: ¿usted le cree a Roberto Madrazo?, yo tampoco.