Rectificar, pide Iglesia Evangélica a Peña en bodas gays y adopción

Villahermosa, Tab., 27 de junio del 2016.- Que Enrique Peña Nieto retire su iniciativa para legalizar las bodas gays y el derecho a los homosexuales a la adopción, porque no se ha medido el impacto y el daño que esto ocasionará a la sociedad, a los niños y a la familia tradicional,  solicitaron ministros y pastores de las Iglesias Evangélicas Unidas en Tabasco, que dijeron aglutinar a más de 800 mil creyentes.

    “Y creo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó: varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructifad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra (Génesis 1:27-28)”, citó Teófilo Cruz Guzmán, presidente del Comité Cívico Cultural de Tabasco, al fijar un posicionamiento de rechazo para modificar el artículo cuarto de la Constitución General.
    “Nosotros como pueblo evangélico queremos traer luz al debate y guiar a la opinión pública hacia el camino, la verdad y la vida, tomando en consideración la dignidad de todos los seres humanos, y no solo la de las personas que han inspirado el proyecto de reforma”, manifestó.
    Pidió a Peña Nieto rectificar y dar marchas atrás a su iniciativa para privilegiar la dignidad de los niños y el respeto a la familia mexicana. “Oramos por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto y le solicitamos que rectifique su decisión y se sume a hacer frente, con principios y valores cristianos, al cambio en nuestra sociedad”.  
    Anunció que en un plazo de quince días, las Iglesias Evangélicas Unidas en Tabasco, presentarán al Congreso del Estado una solicitud para que no aprueben reformas al Código Civil encaminadas a permitir matrimonios gays y la adopción de niños por parte de los homosexuales en Tabasco.
    Puntualizó que “la Biblia nos enseña con toda claridad que el matrimonio debe ser un compromiso para toda la vida entre un hombre y una mujer, y ha establecido a la familia como institución, fundamento y estructura básica de la sociedad humana. Por estas verdades inquebrantables nos pronunciamos en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo”.
    Criticó que hay interés político detrás, “encumbrado en los escritorios por especialistas en la materia civil, desatendiendo a los demás sectores de la sociedad, de los intelectuales y docentes, por lo que esta carece de requisitos de motivación y fundamentación que le den solidez”.
    Cuestionó, que solamente se den como válidas, los criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que ha avalado las bodas gays e impuesto el derecho de adopción, sin atender el interés superior del niño, “menoscabando la dignidad de los menores y aprovechándose que carecen de la capacidad de ejercicio”.
    Sostuvo que la SCJN ni Peña Nieto “toman en cuenta los principios que rigen al derecho natural que hasta ahora constituye la base del derecho positivo que rige a las naciones del mundo, ni el fallo unánime de los 47 jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que no ampara de forma automática al derecho al matrimonio para las parejas homosexuales.
    “La sentencia hecha pública se basa principalmente, en el  respeto al derecho de la vida privada y familiar, y al derecho al matrimonio y a fundar una familia, tras contemplar que la regulación del matrimonio está contemplada por las leyes de los estados que han firmado el convenio”, manifestó.
    Además, mencionó que el Tribunal de Estrasburgo, en su sentencia dice que “no existe el derecho al matrimonio gay”, cuando se hace referencia al derecho natural, sin embargo, Peña Nieto, en su iniciativa se acoge a algunos enunciados del derecho convencional, que si bien hablan de la igualdad entre los seres humanos y que no debe haber discriminación, a los homosexuales jamás se les ha vetado el derecho consagrado en las leyes mexicanas y tienen los mismos derechos que cualquier persona, ya que tienen derecho a la vida y a las libertades.  “Se habla de familias insinuando que estas personas han sido segregadas,  pero disfrutan de los derechos humanos y fundamentales e inclusive, son titulares de la dignidad humana, al grado que cuando lo han decidido, se someten al cambio de sexo, por lo que puede decirse que esa iniciativa atiende más a una aspiración de ese sector de la población ”, manifestó.  Sostuvo, que todos los seres humanos somos iguales, pero al modificar la Constitución para pretender equipar la igualdad de la homosexualidad y del lesbianismo, con la igualdad de los heterosexuales, “dicho documento incurre en una grave contradicción”.
    Cruz Guzmán, puntualizó que la comunidad evangélica se guía de conformidad a lo establecido por la palabra de Dios en la Biblia, que fundamenta nuestra fe y práctica: “somos respetuosos de los derechos de los demás y de nuestras autoridades, porque creemos firmemente que han sido puestas por Dios para el bienestar y orden de la sociedad humana, asimismo, oramos por ellas y las respetamos”.