• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 18 de Abril de 2024

SI AL MURO

“Pensamiento criticó”


Edgar Martínez Briceño


La política antiinmigrante y marcadamente antimexicana de Donald Trump, líder de la nación más poderosa del mundo, le ha valido desde la campaña rumbo a la presidencia y hasta el día de hoy, los peores calificativos por parte de los grupos señalados; desde mexicanos de a pie y hasta el pináculo de nuestra clase política se ha visto la desaprobación y la protesta contra lo que se considera una victimización de su comunidad y por empatía, de ellos mismos. Pero dicha política a su vez, y hay que decirlo con claridad, lo tiene en la posición actual: Trump, el muro y el antimexicanismo son el resultado del apoyo (y racismo) de prácticamente la mitad de los estadounidenses y de la mayoría del Colegio Electoral de Estados Unidos; el resultado de algo que trasciende a un hombre: una sociedad.
    Y es que si por argumentos va la cosa, los pretextos les sobran; nuestra sociedad enferma y llena de “bad hombres” muestra una proclividad al delito que se recrudece en la medida que abrimos los ojos para informarnos del “México bárbaro” que indignaría al mismo John Kenneth Turner: corrupción escandalosa y cínica, clase política traicionera y dispuesta a pactar hasta con el diablo, autoridades delincuentes, así como ciudadanos que avalan la delincuencia (como en el caso de los huachicoleros y las comunidades cómplices); Todo lo anterior sustentado por una cultura que encuentra entre sus principales mantras, el “jode porque te joden” y “el que no tranza, no avanza”.
    Pero si lo anterior no fuera suficiente para legitimar el muro, podemos encontrar argumentos aún más específicos hacia el norte, cerca de la frontera con aquel país: el crimen organizado en estados fronterizos como Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Tamaulipas (también conocido y no sin razón como Mataulipas), etc., donde pululan permanentemente la extorsión a negocios, los asesinatos de periodistas (caso reciente Miroslava Breach, acribillada en Chihuahua), el tráfico de drogas y armas, la trata de blancas, la infiltración en las corporaciones policiacas y en el gobierno mismo (ejemplo Humberto Moreira) etc. Balas, sangre y muerte. Terror. Impunidad. “Bad hombres” que van y vienen a placer a través de aquella frontera.
    Si bien es legítima la intención de aquel país de cerrar sus fronteras para que su sociedad no se contamine con todo lo anterior, también es cierto que su sociedad resulta un aliciente para el desangramiento de la nuestra: las armas con las que durante años han muerto cientos de miles de mexicanos provienen de Estados Unidos, quien a su vez es el mayor consumidor de drogas a nivel global. Y el consumo se traduce en demanda y esta a su vez induce a la oferta, y se crea un mercado negro, ilícito, que a su vez se traduce en violencia y que todos los días le roba la paz a nuestra sociedad. Su diversión nos cuesta la vida.
    Después de todo, quizá a quien más le convenga construir el muro sea a nosotros.
Twitter: @MartinezBriceno