• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 18 de Abril de 2024

Sube a 21 número de fallecidos por pipazo

Dan de alta a Roberto Sánchez Correa de 26 años de edad y Esteban Lagunas Osorio de 22


JUAN MANUEL DIEGO


VILLAHERMOSA, TABASCO. 17 DE ABRIL DE 2015. Ericka Sánchez Correa perdió la vida y con ello suman 21 los muertos por el flamazo mientras pobladores recogían combustible derramado por una pipa que se salió de la carpeta asfáltica en el kilómetro 77.5 de la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa, el pasado 26 de marzo, informó la Fiscalía General del Estado de Tabasco.

    La dependencia señaló en su cuenta de Twitter: “FGE Tabasco informa del ingreso al SEMEFO de quien en vida respondía al nombre de Ericka Sánchez Correa (20 años). Suman 21 las personas que perdieron la vida en el flamazo”.
    A su vez, Esteban Lagunas Osorio y Roberto Sánchez Correa, quien permaneció 22 días internado, es la tercera y cuarta persona que salen con vida de un hospital de los que resultaron heridos por el flamazo de una pipa en la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa, a la altura del Ejido Zapotal San Miguel de Huimanguillo en Tabasco.
    Ambos eran hermanos, según personas de la comunidad.
    La tragedia ocurrió mientras pobladores recogían gasolina derramada de una pipa que se había salido de la carpeta asfáltica a la altura del kilómetro 77.5 de la vía Coatzacoalcos-Villahermosa.
    En su cuenta de Twitter, la Secretaría de Salud de Tabasco informó que Sánchez Correa fue dado de alta, luego de haber permanecido hospitalizado durante 22 días por quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo.
    Él tiene 26 años de edad y permanecía en un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de donde salió con vida.
    El primer dado de alta fue Audomaro Tosca Barahona el 9 de abril, y el pasado martes Arnulfo González Sánchez, quienes permanecieron internados en el Hospital Regional de Cárdenas, colindante con Huimanguillo, municipio donde ocurrió el flamazo.
    Siguen hospitalizadas siete personas, incluyendo tres menores en un sanatorio de Galveston, Texas, en los Estados Unidos.