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  • Viernes 19 de Abril de 2024

Sube secuestro con Peña 800%


México, DF., 27 de abril.- La privación de la libertad es un delito que afecta en demasía a México, datos del Instituto Nacional de Migración (INM) indican que, en sólo dos años del gobierno de Peña Nieto, el secuestro a extranjeros (sean indocumentados o no) se disparó alarmantemente con un total de 844 personas, de nueve nacionalidades distintas, fueron asistidas por el INM después de haber sido víctimas en el territorio nacional.
    También se puede constatar en un reporte que los secuestros hacia personas de otros países crecieron más de 800 por ciento pasando de 72 privaciones de la libertad en 2012, 75 en 2013 para pasar a 697 el año pasado.
    Las entidades donde se han cometido estos delitos contra personas, indocumentados o con documentos para transitar en México, son: Chiapas, Coahuila, Tabasco, Guanajuato, Ciudad de México, San Luis Potosí, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Aguascalientes, Hidalgo, Veracruz, Michoacán y Tamaulipas.
    Tamaulipas se lleva la medalla deshonrosa del primer lugar al haberse cometido ahí el 86 por ciento de los plagios. Por su parte el INM reportó que ahí se dieron 721 reportes para apoyar a extranjeros que fueron víctimas de ese delito.
    Sin embargo este delito no sólo afecta a migrantes que cruzan a territorio nacional, también el gobierno de Estados Unidos, que ya alertó el no viajar a ciertas entidades mexicanas como Veracruz, señaló que los secuestros también han impactado a sus ciudadanos.
    Entre enero y noviembre de 2014 se reportaron un total de 130 secuestros de estadounidenses a la embajada de estados unidos.
    Por su parte al consultar a las autoridades federales, en torno a este tema, señalaron que no deberían contabilizarse como secuestros sino como “privación de la libertad con fines de extorsión”.
    Las historias que existen en torno a este tema son múltiples así como los estados donde ocurren, uno de esos casos es Veracruz donde Eduardo compartió su historia.
    Tras 15 días de viajar a bordo del tren, Eduardo, originario de Jutiapa, Guatemala, decidió pasar la noche en la comunidad de Medias Aguas, municipio de Sayula de Alemán, en el estado de Veracruz.
    Junto a cuatro personas más que conoció durante su trayecto hacia Texas, en Estados Unidos, pasó la noche en ese poblado donde se han reportado asaltos, secuestros, violaciones e incluso homicidios en contra de migrantes en los últimos años.
     “Llegamos a Medias Aguas, pasamos la noche. Por la mañana había unas personas acompañándome, me hice amigo de cuatro personas. Nos bajamos ahí y esperamos a que saliera el tren por la noche. Todo el día estuvimos ahí. Habíamos dos grupos, uno de doce y otro de ocho”, relata.
    Recuerda que al comenzar a oscurecer, el grupo de personas con las que viajaba prendieron una fogata para aminorar el frío. Permanecieron ahí, hasta que un extraño se acercó.
    “Junto con los compañeros de viaje hicimos una fogata mientras esperábamos a que saliera el tren. De repente se nos acercó una persona mexicana y nos pidió que lo dejáramos estar ahí junto a la fogata para no pasar frío. Le dijimos que no había problema. No pasaron más de dos minutos cuando se acercaron otras personas y junto con él primero nos dijeron que esto era un asalto, que no dijéramos nada porque nos iban a matar.
    “Sacaron como cuatro armas pequeñas y seis machetes. Nos juntaron, nos pidieron que les diéramos las mochilas y el dinero que llevábamos y nos pusieron la cara contra el piso. En esos momentos se fueron sobre otro grupo de personas que estaba junto a nosotros. Les dijeron lo mismo, pero dos de esas personas llevaban armas, los del otro grupo de migrantes se empezaron a pelear”.
    En ese momento, detalla Eduardo, algunas personas comenzaron a defenderse y otras a huir.
    El grupo de migrantes que llevaba las armas, las accionó en contra de los delincuentes y uno de ellos resultó herido, pero al final lograron someter a los que se quedaron.
    “Nos dijeron que nos calmáramos y nos dijeron que para que nos diéramos cuenta que era un secuestro iban a matar al que había disparado el arma, y lo mataron delante de nosotros. Le dispararon, después lo descuartizaron, con el machete lo empezaron a rebanar, le hundían el machete en el estómago, lo golpeaban, lo estaban mutilando delante de nosotros. Eso fue como a las 9:30 de la noche”.
    Tras presenciar la muerte de uno de los migrantes, Eduardo fue llevado junto con el grupo de grupo de personas a uno de los vagones de los trenes que se encontraban fuera de servicio. Ahí permaneció privado de la libertad por varias horas.
    “Nos llevaron por la vía del tren, caminamos como medio kilómetro. Nos metieron a un vagón. Estas personas llevaron a otro grupo que tenía 15 días secuestrado, entre ellos cinco mujeres. Nos mantuvieron ahí como unas cuatro horas. Ahí nos quitaron la ropa y las agujetas de nuestros zapatos y con ellas nos amarraron las manos, nos pusieron boca abajo”.
    “Como a las cuatro de la mañana nos empezaron a parar a cada uno. Nos pidieron los nombres, número telefónico, pero no les di nada. En ese momento me dijeron que estaba bien, me lastimaron con un palo en el trasero. Después me llevaron con el otro grupo. Como a las cinco de la mañana nos dijeron que por esta vez no nos iban a hacer nada, pero que no dijéramos nada. Nos sacaron de la finca, que no llamáramos a la policía”.
    A dos años de recordar su paso por Medias Aguas, Eduardo dice que se acercó al grupo BETA del Instituto Nacional de Migración, dependencia que lo canalizó a un albergue del Ejército de Salvación, donde ha pasado los últimos dos años.
    Eduardo es sólo uno de los muchos afectados que, buscando una vida mejor, pasan por México y grupos del crimen organizado los secuestran y, como se pudo constatar, en ocasiones los torturan.
    Cabe señalar que no existe una cifra precisa de migrantes sin papeles en el país, en 2013 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer que en un año fueron secuestrados 11 mil indocumentados en México.