• La Verdad del Sureste |
  • Sábado 20 de Abril de 2024

URDIMBRES Y TEXTURAS

EL SUPLICIO Y LA INDOLENCIA


Por: Helena de Troya


 
“El poder no cambia a las personas, sólo revela quiénes verdaderamente son” José Mújica.
     Chocolandia se despertó con renuncias, discursos de lo más cínico , candidatos que lloran en la tribuna del pueblo, por tiempos pasados donde todo era fluidez económica, compadrazgos; pero, es que ¿acaso los priistas creen que llorarle a los ciudadanos les permitirá regresar al poder? No dejan de ser lo mismo, ahora buscan salidas ante un instituto político cuyas relaciones de poder al interior están de lo más viciadas, perdidas, y remendadas.
     Ese juego carnavalesco de mascaras en donde los grupúsculos buscan acomodar sus piezas, aún pasando por encima de la percepción del choquito promedio. De verdad que da pena ajena escuchar sus argumentos pobres, sostenidos  por su entumecida conciencia.
     No se equivoca José Mújica ex presidente de Uruguay al afirmar que el poder no cambia a las personas, revela lo que son, pero en Tabasco es un hecho la cínica  rotación política, así tal cual algunos dejan su militancia para marchar en búsqueda de sus objetivos en otros partidos que si lo analizamos con el rigor político, resultan ser, comodines para el juego del poder, islas de ambición que permanecen controladas y bajo mantenimiento continuo para los tiempos difíciles, tal es el caso del partido verde.
     Es un hecho que en este desbarajuste que tenemos por Estado nacional, Tabasco reproduce en pequeño lo que actores políticos hacen a nivel nacional, el asunto es a este hecho se suma la ignorancia de algunos de los más flamantes candidatos y candidatas, unos adolecen de la doctrina política, otras de actitud, y en  número pequeño aquellos que tienen buenas intenciones, y los que tienen  buenas intenciones y doctrina política.
     Hoy no hay apartados especiales en esta columna, por el simple hecho que encierra la indolencia con la que se siguen comportando los grupos políticos. En esa carrera de liebres y galgos, en que se ha convertido el proceso electoral, olvidan al principal protagonista: los ciudadanos.
     El mismo ciudadano que lidiará con sus desaciertos, falta de oficio político, ignorancia del trabajo que desempeñan, y por supuesto se manifestará en la ausencia de obra social, pero en serio, obras que permitan crear una ciudad bella, como su nombre: Villahermosa, y un Estado que demanda atención desde su estructura organizacional, pasando por una urgente atención al resto de los municipios que forman Tabasco.
    Es un microcosmos en donde todos respiramos el mismo aire, las decisiones y consecuencias de quienes deciden por todos.
    Purgar nuestros demonios implica pasar por el suplicio, como en la edad media, el suplicio era un riguroso modelo de demostración jurídica, la finalidad era demostrar la verdad obtenida a partir del proceso penal, haciendo del culpable su principal pregonero, al pasear por las calles su delito a través de carteles, lectura de la condena en las plazas, y cruces de camino.
    El suplicio consistía también en un  ritual político, pues el crimen se percibía como un ataque directo al soberano, pues de él emanaba la ley, y en ese sentido el castigo no sólo reparaba el daño cometido, sino resarcía el daño a la figura del rey.
    Pues eso, que tenemos que resarcir el daño a nuestro Estado, incrementar la violencia y los tratos amañados no van ayudar a nadie.
    ¿Cuántos pregoneros tendremos al final de este proceso electoral? Que quede para  la reflexión.