• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 28 de Marzo de 2024

A la velocidad de La Cucaracha


Emmanuel Ruiz Subiaur


El 20 de Noviembre se conmemoró los 104 años del inicio de la Revolución Mexicana, movimiento armado nacional que derrocó a la dictadura de un solo político apoyado por el partido conservador y reaccionario de los Científicos –neoliberales de ahora-.
    Una herramienta primordial de los revolucionarios para derrocar a la dictadura neoliberal de aquellos años lo fue la locomotora. La locomotora, se movía a buena velocidad y por razón del combustible que usaba expelía grandes fumarolas o bocanadas de humo. Lo revolucionarios le motejaban La Cucaracha por su parecido en estructura a éste insecto rastrero.
    La Cucaracha se transformó y ahora hay trenes rápidos.
    A la velocidad de La Cucaracha el gobierno neoliberal de Peña Nieto emitió convocatorias para poner a concurso la construcción de 5 trenes rápidos, modernas cucarachas. A la velocidad de La Cucaracha insinuó, además, que las licitaciones y las concesiones, así como los negocios son adjudicables a los socios, ex financieros de las campañas políticas del tricolor o para los amigos; ¡faltaba más! Los 10 contratos más onerosos en el sector transporte son: para los cuates.
    En enero de 2014, los “mexicanos ejemplares”, anticipados de la jugosa información, se aliaron con los chinos. Crearon un consorcio con China Railway Construction México y CSR Corporation Limited, formado por a) Constructora y Edificadora GIA+A (GIA), propiedad de Hipólito Gerard Rivero, cuñado del ex presidente Salinas de Gortari. Gerard es el director de la compañía, que se fundó en julio de 1996 como Grupo Ingeniería Arquitectura y Asociados, en 1997 hizo una alianza con Harza Engineering, una empresa de ingeniería con sede en Chicago -en 2002, Harza se fusionó con Montgomery Watson, por lo que GIA se convirtió en socio de esta última-, ha realizado obras como: el primer centro comercial “El Dorado” en San Luis Potosí; el edificio corporativo Torre Blanca, de Santa Fe; y el diseño del complejo Chrysler-Mitsubishi-Mercedes Benz, la compañía ya ha sido contratada otras veces por la SCT para la construcción de carreteras y otras obras; b) Promotora y Desarrolladora Mexicana (Prodemex), brazo constructor de Olegario Vázquez Raña, también dueño de Grupo Empresarial Ángeles, los hoteles Camino Real, los Hospitales Ángeles, el Grupo Imagen Multimedia, los periódicos Excélsior, El Heraldo y la cadena Sol de México, el canal de televisión Cadena Tres y Grupo Financiero Multiva, su hijo Olegario Vázquez Aldir tiene los derechos de Los Gallos Blancos, equipo de futbol que pertenecía a Amado Yáñez, dueño de Oceanografía quien está en la cárcel y al que le siguen varias investigaciones por cuantiosos fraudes a Banamex y a Pemex; c) Constructora Teya, que forma parte del grupo empresarial que rentó aeronaves para la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012, es una de las filiales de Grupo Higa, perteneciente al empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, quien también es propietario de Eolo Plus, la compañía que rentó helicópteros y aviones al PRI (por la renta de las aeronaves a Eolo Plus, el PRI nacional pagó 26 millones de pesos, de acuerdo con documentos entregados vía transparencia por el extinto Instituto Federal de Electoral a Noticias MVS), Constructora Teya, cuando Peña Nieto fue gobernador, ganó, en 2009, un contrato por más de 7 mil 38 millones de pesos para edificar, operar y dar mantenimiento al Hospital Regional de Alta Especialidad de Zumpango del gobierno mexiquense, la Junta de Caminos de la entidad le encargó la construcción de obras viales en el Boulevard Aeropuerto, en la ciudad de Toluca, por la que se pagaron 575 millones de pesos, también fue encargada de la rehabilitación de la carretera a Chalma, por casi 127 millones de pesos, otras filiales de Grupo Higa, como Mezcla Asfáltica de Alta Calidad y Concretos y Obra Civil del Pacífico, también ganaron diversos contratos con la administración de Peña Nieto en el Estado de México; y d) GHP Infraestructura Mexicana. Estas fueron las consentidas de Peña Nieto durante su paso por el gobierno del Estado de México.
    Ni tardos ni perezosos los empleados neoliberales convocaron a concurso la construcción del tren rápido México-Querétaro. Ni tardos ni perezosos, el consorcio mexiquense-chino, inscribieron su propuesta para construir el trenezuelo. La empresa China Railway Construction Corporation (CRCC) hizo su puja. 50 mil 951 millones de pesos, con financiamiento del EximBank of China.
    A la velocidad de La Cucaracha, Peña Nieto anunció su viaje a China; con cualquier pretexto ¡faltaba más! No le importó el que se diga que en China comen, gusanos, ratas, cucarachas y todo tipo de insecto rastrero.
    El consorcio mexiquense-chino, China Railway Construction Corporation, ganó el contrato y la licitación. Por supuesto que NO hubo favoritismos, ni dados cargados a favor de los cuates pricampañosos.
    Empresas como la española CAF, encargada de la construcción de líneas de metro a nivel internacional, así como otras de la misma jerarquía como la japonesa Mitsubishi, la canadiense Bombardier, la francesa Alstom, la alemana Siemens, enviaron cartas a la SCT para argumentar que fue insuficiente el tiempo otorgado para elaborar sus propuestas –aunque  a los cuates chino-mexiquenses les informaron desde enero-.
    Tirando mucho humo trascendió la inmensa transa; misma que de inmaculada salió tiznada.
    A la vez, a la velocidad de La Cucaracha, se dio a conocer tres días después de la asignación del multimillonario contrato al consorcio mexiquense-chino que la empresa Constructora Teya y el consorcio Higa –cuyo propietario es el gran amigo de Peña, Juan Armando Hinojosa Cantú- le habían construido a Peña Nieto lujosísima e insultante mansión en la calle Sierra Gorda 150 de las Lomas de Chapultepec casa y construcción con un valor de más de 7 millones de dólares –más de 86 millones de pesos-. Presidencia aclaró que no era de Peña, sino que era de Angélica Rivera. Sea como fuere, la empresa que ganó el contrato es la misma que regaló o construyo la casa de Angélica Rivera de Peña. Gastaron 87 millones pero se llevan un contrato de 50 mil 951 millones. ¡Nada mal!
    A la velocidad de La Cucaracha, Peña Nieto, revocó el contrato y la adjudicación de la licitación al consorcio mexiquense-chino; con cualquier pretexto ¡faltaba más! Al fin y al cabo en la próxima licitación se lo adjudican o le adjudican otro de mayor cuantía. ¿Y la mansión de Sierra Gorda? Esa ¡no se devuelve! Van a vender los derechos sobre ella y con eso, ganan el triple.
    A la velocidad de La Cucaracha, no canceló su viaje a China; voló a China, aunque de los 43 alumnos de la normal rural de Ayotzinapa no se sepa su paradero o siniestro destino; insensibilidad universa; se fue en su avión Boing 787-8 que le costó al pueblo de México 7 mil 520 millones de pesos más 1 mil millones para acondicionarlo, deshonestidad abrumadora; se fue a China ¡faltaba más! No importó que le advirtieran del peligro que correría en China. Y su Gaviota, o su enésima dama –le apoda la primera dama- se paseó oronda y lironda en los tugurios y bares más caros de Australia, mientras en Ayotzinapa los padres de los 43 normalistas desaparecidos o muertos, se hunden en la desesperación y na nación se sitúa en el umbral de la violencia generalizada.