• La Verdad del Sureste |
  • Viernes 26 de Abril de 2024

LA VILLA HERMOSA ¿ÁRBOLES O VIALIDADES?


EDGAR MARTÍNEZ BRICEÑO


Previo al inicio de la actual administración de Centro, encabezada por Gerardo Gaudiano Rovirosa, y durante la misma, ha prevalecido una política de embellecimiento de la ciudad; iniciando con el reacomodo de monumentos icónicos como el Reloj Floral y la Clave Morada (no tan icónica), así como el acondicionamiento de una plazuela para erigir la estatua de su abuelo, el exgobernador Leandro Rovirosa Wade (todo lo anterior dado de forma simultánea un día antes de la toma de posesión del actual presidente municipal) para continuar después (ya en tiempos de su administración) con las famosas jardineras de Paseo Tabasco y el programa “Adopta un Parque”, en el cual los empresarios literalmente se hacen de la tutela de un parque público para encargarse de su mantenimiento en óptimas condiciones, lo cual ayuda a liberar presión sobre los recursos públicos, permitiéndoles ciertos derechos de facto sobre las áreas verdes asignadas, como un efecto colateral.
    A lo anterior también se han sumado los múltiples acondicionamientos viales en diversos puntos de la cabecera municipal que pretenden la ampliación de importantes calles de Villahermosa, con el objetivo siempre relevante y necesario de desfogar el tráfico vehicular y evitar los insufribles congestionamientos viales en horas pico.
    Lamentablemente gobernar es un terreno en el que una solución genera un nuevo problema, sobre todo, cuando esta no es sustentable. Es precisamente lo que de cierto modo se percibe con dichas adecuaciones viales: la tala de árboles en toda la ciudad con la consecuente pérdida de valor ecológico, cultural y estético como moneda de cambio para una fluidez en el tránsito vehicular de la que bien valdría la pena analizar sus alcances (en tiempo y espacio).
    El caso más emblemático tanto por la relevancia de la vialidad como por el punto de resistencia de activismo ciudadano ambientalista que se ha originado, es el de Paseo Tabasco, una de las avenidas más importantes de Villahermosa, en donde la administración municipal busca retirar más de una decena de árboles, aunado a la pérdida superficial en una de nuestras principales áreas verdes, el parque “Tomás Garrido Canabal” (Aquí hago un paréntesis porque justa razón tiene Gerardo Gaudiano al mencionar los 42 kilómetros de árboles que se talaron en la carretera federal Cárdenas-Villahermosa y que no resultan siquiera en una ampliación de la superficie de rodamiento. Un completo ecocidio que por elemental congruencia nos exige tener la responsabilidad ciudadana de  castigar electoralmente al gobierno federal en el 2018 – una razón más-)
    La organización y consciencia de jóvenes que se oponen a acciones cortoplacistas (como las abundan en el actuar político cotidiano) ha detenido momentáneamente el proyecto en lo que se “calman las aguas”, y digo momentáneamente porque la experiencia indica que al final prevalecerá la voluntad política sobre la ciudadana.
    Desde luego también existen muchos ciudadanos que ponderan la vialidad por encima de los árboles ahí existentes. Al respecto, ideológicamente es perceptible una diferenciación generacional en la cual, mientras las personas mayores se inclinan por esta solución basada en la ampliación de la superficie de rodamiento bajo el argumento de que “árboles hay muchos”, los jóvenes, nacidos en un mundo con problemas medio ambientales, pensamos en otro tipo de soluciones; entendemos que la suma de “pocos”, imperceptible y desestimada, hace “muchos”, y por ello apostamos al respeto a la vida, a la protección de los elementos naturales y al   desarrollo sustentable.
    En este sentido, como joven, como automovilista, y como ciudadano consciente de las necesidades intergeneracionales de nuestra sociedad, prefiero medidas menos cortoplacistas y cómodas; quizá menos populares al corto plazo, pero sustentables en el mediano y largo plazo, como la aplicación de un programa “hoy no circula”, adecuado a nuestra circunstancia y acompañado desde luego con el mejoramiento del transporte y la seguridad públicos.  
    Lo anterior no corresponde a la administración municipal. Es competencia del gobierno estatal, pero nos corresponde a los jóvenes y a los adultos conscientes comenzar a alzar la voz desde lo local e impulsar la agenda (peatón-ciudad-biodiversidad) desde el poco espacio que tenemos.
    Si al final, insisto, se logrará la tala de árboles y la adecuación vial para comodidad de automovilistas, aprovechémoslo como la oportuna visagra que nos conduzca a una política de movilidad sustentable en el Estado de Tabasco, ponderando al peatón por encima del automotor, y en la que son necesarios e interactúan verdadera seguridad pública, un transporte público asequible y de calidad, y el respeto, protección y promoción de los elementos biológicos que nos rodean y que embellecen y configuran nuestra ciudad.
@MartinezBriceno