• La Verdad del Sureste |
  • Lunes 29 de Abril de 2024

Perspectiva de una joven de izquierda


Sheila Cadena


La esperanza se construye y por desgracia también se destruye. Miles de mexicanos caminan diario para regenerar conciencias pues solo así se logrará la transformación del país. México quiere luchadores sociales no simuladores, quiere líderes en las calles: escuchando, ayudando y sirviendo. Ya no queremos luchadores sociales de closet ni de redes sociales, críticos detrás de un teclado, comprometidos a medias y movidos por intereses personales y no por los colectivos.
    ¿Se imaginan un Tabasco con jóvenes de carne y hueso, sensibles pero que no se doblegan ante las adversidades? ¿Se imaginan jóvenes sin máscaras luchando por transformar al país? ¿Se imaginan políticos jóvenes no siendo la tapadera de los políticos corruptos? ¡Eso soñamos muchos! Jóvenes siendo el cambio generacional, que vean más allá de la comodidad, de los medios de comunicación, de las redes sociales. Soñamos con jóvenes trabajando a ras de suelo, pensante, autocrítico, con capacidad, entregados y diariamente construyendo esperanza. Por eso iniciaba comentándoles que la esperanza se crea y se destruye. Pues de nosotros depende dignificar la política, dejarnos guiar por nuestro pueblo, cumplir el sueño de “mandar obedeciendo”. La gente está cansada, harta, desesperada e incluso sin esperanzas, están ansiosos de rostros nuevos pero dignos, gente honesta, comprometida.
    Construir esperanza significa trabajar en equipo, actuar con congruencia, con honestidad, con amor pero en verdad con mucho amor. Construir esperanza significa luchar todos los días por lograr la felicidad de los que menos tienen, servir al prójimo y alzar la voz en contra de la violencia, la corrupción, la ignominia, el pragmatismo. Construir esperanza es no mentir, no robar y no traicionar. ¿Y cómo se destruye la esperanza? Haciendo todo lo contrario.
    Los jóvenes de hoy tenemos que diferenciarnos de los políticos corruptos y tradicionales, pues la gente confía en nosotros. Tenemos la obligación de diferenciarnos en ser quienes tomemos nuestras decisiones por el bien del pueblo y para el pueblo, no siendo títeres de ninguna cúpula. Los jóvenes de hoy tenemos la responsabilidad de no fallar a nuestros ideales para no fallarle a quienes confían en nosotros, esa gente noble que busca un mundo mejor para los suyos.
    Con este artículo retomo mi participación semanal en “La Verdad del Sureste”, y haciendo referencia al nombre de reconocido diario, cada letra y sentir de esta columna “Perspectiva de una joven de izquierda”, será en honor siempre de la verdad. Anhelo que este espacio sea la invitación a muchos de los jóvenes que nos encontramos haciendo revolución, que anhelamos justicia social, ver sonreír a nuestra gente, verla feliz comiendo, viviendo y trabajando dignamente. Este espacio es para jóvenes, profesionistas, asalariados, obreros, mujeres y hombres libres que están decididos a romper con la política tradicional y acartonada, que desde donde se encuentran luchan con congruencia y coherencia, es para todos aquellos que quieran hacer un puente de comunicación con los ciudadanos y se nos permita hablar de cualquier tema sin tapujos.
sheila.cadena@hotmail.com