• La Verdad del Sureste |
  • Jueves 25 de Abril de 2024

Discurso de Ingeniero Homero Aguirre Enríquez en el evento del 40 aniversario del Movimiento Antorchista Nacional en Tabasco


Homero Aguirre Enríquez, es miembro de  la Dirección Nacional, secretario de Prensa y Propaganda, vocero nacional,

y presidente de la Comisión Nacional de Gestión

Hace 40 años, en un pequeño pueblecito de la Mixteca Baja Poblana, surgió Antorcha,  nació el Movimiento Antorchista. En este lugar, 35 hombres y mujeres de la localidad y algunos profesionistas,  fundaron lo que algunos dijeron que era un experimento condenado a fracasar; algunos de los que vieron nacer a Antorcha, dijeron que no íbamos a durar ni 15 días, algunos nos daban un año, los más optimistas, un poco más. Pero han pasado 40 años, cuatro décadas y seguimos aquí, celebrando que somos una organización madura, con presencia en todos los estados del país. Nos hemos convertido en una fuerza tal, que muchas de las posibilidades que tiene nuestra patria de cambiar están ligadas al desarrollo del Movimiento Antorchista. Antorcha no solamente no murió, todo lo contrario: se desarrolló, creció y se expandió a toda la patria. Hoy Antorcha gobierna, incluso, a casi 2 millones de mexicanos en lugares muy poblados como Chimalhuacán e Ixtapaluca, en el Estado de México, en donde hemos demostrado que también podemos gobernar de manera distinta si fuera necesario.
    Tenemos muchas razones para estar contentos y para celebrar. Convertimos nuestra cuna, Tecomatlán, en una de las 25 ciudades del mundo en donde la gente vive mejor,  según un concurso realizado en Barcelona, España. Este es el trabajo de Antorcha. Antes del año 2000, Chimalhuacán, un municipio de casi un millón de habitantes, era prácticamente un basurero de la Ciudad de México, nido de un cacicazgo que tenía sumida a la población en la basura, la violencia, y en el control de todos los servicios; ahora, Chimalhuacán se ha transformado en un municipio emblemático, en el sexto municipio mejor gobernado de toda nuestra patria, como lo afirmó una encuesta realizada en 2013 por una empresa que nada tiene que ver con el antorchismo.
    Durante 4 décadas los hemos convocado a luchar contra la pobreza, compañeros, porque ese es el enemigo principal del antorchismo; durante 40 años no hemos abandonado nuestra bandera, no la hemos olvidado, no la hemos dejado tirada en el lodo. Pero no solamente eso: hemos tenido logros muy importantes, porque gracias a Antorcha mucha gente que no tenía un lote para vivir, ahora lo tiene; gente que no tenía agua potable, ahora tiene agua potable; gente que vivía en la obscuridad por falta de energía eléctrica, ahora tiene energía eléctrica; donde faltaban escuelas, ahora hay escuelas, y algunas de esas escuelas son un ejemplo de cumplimiento académico y de disciplina; donde faltaban campos deportivos, ahora hay instalaciones dignas para que el pueblo haga deporte. Gracias a Antorcha ha cambiado la vida de muchos mexicanos y ha cambiado para bien; por eso nos sentimos orgullosos.
    Sin embargo, durante estos 40 años aún no alcanzamos nuestra meta. Nuestro objetivo era que México dejara de ser una patria donde hubiera tantos pobres, y este sigue siendo el propósito de Antorcha, pero aún no lo logramos. ¿Por qué decimos esto?, porque los mexicanos merecemos y podemos vivir mejor. Nuestra patria es un gran país, uno inmensamente rico. El año pasado, el Foro Mundial de Labor declaró que México ocupaba el lugar número 14 dentro de todos los países del mundo en riqueza, solamente 13 países son más ricos que México. Entonces, ¿cómo debiéramos vivir  los mexicanos, compañeros? Como los habitantes de la economía número 14, así debiéramos vivir los mexicanos. No debiera haber en nuestra patria gente que no tuviera agua, ni luz, ni un techo digno; no debiera haber gente que se tuviera que curar con una ramita de ruda con alcohol para que se le quite el dolor de cabeza, no debiera haber gente que viviera en casas de cartón llenas de goteras, no debiera haber ningún mexicano sin escuela, que no tuviera por delante asegurados sus estudios hasta la universidad o más a delante. Pero esto no es así. México es un país que tiene de todo, que tiene costas inmensamente ricas, nada en mares de petróleo mientras hay países que no tienen ni una gota, somos campeones del mundo produciendo plata desde que llegaron a conquistarnos los españoles, tanto, que seríamos capaces de construir caminos de plata de aquí a Europa; de ese tamaño es la riqueza que ha salido de las entrañas de México. Y ¿qué exigimos los antorchistas? ¿Qué exigimos los millones de pobres de este país?, que dejemos de vivir como si fuéramos el último de los países en riqueza; queremos agua, queremos energía eléctrica, queremos una vivienda digna para nuestro hijos, queremos un pedacito de patria donde poder poner nuestra casa con dignidad.
    Por esto es por lo que luchamos en 40 años de vida, pero nos falta mucho para lograr un cambio radical que transforme las condiciones de miseria en las que aún viven miles de mexicanos; Ahora, con un largo camino de experiencia recorrido, sabemos que para cambiar estas condiciones, debe darse un cambio en cuatro puntos de la política del país. En primer lugar, Antorcha exige que haya trabajos dignos para todos los mexicanos. En segundo, que estos trabajos estén bien remunerados. No es justo que en la economía número 14 los trabajadores reciban salarios miserables. La nuestra es una economía que genera riqueza, si no ¿de dónde sale la riqueza para colocarnos en el lugar 14?, ha salido del trabajo de la gente, de los que se joden todos los días en el campo, en las fábricas, en los talleres y en las escuelas; de ahí ha salido esta enorme riqueza que nos coloca entre los países más ricos del mundo. Y, ¿qué recibe el pueblo a cambio? El 70 por ciento de los mexicanos gana menos de 3 salarios mínimos, es decir, menos de 215 pesos diarios, sin embargo, la canasta básica cuesta más de 400 pesos al día. Por eso, Antorcha rechaza todas esas opiniones que dicen que no se le puede subir el salario a la gente, y argumentan que si le sube el salario a la gente, van a subir los precios. Eso solamente ocurrirá si el gobierno lo permite. Sí hay una forma de que le paguen mejor a la gente: que los que ganan mucho, que los que ganan demasiado, dejen de ganar tanto y paguen mejores salarios; eso se deba hacer en nuestro país. En México nadie puede decir que no se puede hacer riqueza porque dentro de los mexicanos están algunos de los hombres más ricos de todo el mundo y de toda la historia del mundo. Esa riqueza ha salido de los trabajadores, y los trabajadores quieren que les paguen mejor y Antorcha los va a apoyar compañeros. ¡Antorcha lo exige!, Antorcha levanta esa bandera, exigimos que le paguen más a la gente.
    En tercer lugar, Antorcha exige que la política fiscal se modifique. No es justo que, de los ingresos que le llegan al gobierno, el 70  por ciento provenga de lo que le descuentan a los trabajadores y el otro 30 por ciento provenga del petróleo; así lo afirman las cifras oficiales. ¿Y los grandes empresarios, cuánto aportan al fisco? ¿Cuánto pagan los que quedan hartos de riqueza en este país?, el año pasado una denuncia pública que nunca fue desmentida, evidenció que Wal-Mart, la cadena de autoservicio multimillonaria, le pagó al fisco mexicano 250 pesos, ¡eso es lo que pagó Wal-Mart, de todas las ganancias que obtuvo! Esto no puede seguir así, deben pagar más los que más tienen, porque eso es lo justo y porque esa es la única forma de evitar que este país se siga polarizando como lo está haciendo. Según investigaciones de la UNAM, 95 millones de mexicanos viven algún grado de pobreza, desde los que no tienen para comer, hasta los que carecen de vivienda o de vestido o de cualquier otra cosa. No se le puede seguir sacando más a la gallina de los huevos de oro porque la van a matar. Tienen que pagar más los que más tienen, y ese es otro llamado de nuestro 40 aniversario a la clase política de este país: exigimos que ya no nos cobren más impuestos a los más pobres; eso exige Antorcha.  Finalmente, nosotros pedimos y exigimos que se gaste de manera distinta el dinero del erario, el dinero del presupuesto nacional. Aquí cito a un autor, a un investigador de la economía nacional, el Licenciado Enrique Peña Nieto, quien escribió un libro antes de que fuera presidente de la república. Peña Nieto afirmó que de todo el presupuesto nacional sólo el 13 por ciento llegaba a las capas más pobres, mientras que casi el 40 por ciento se destinaba para beneficiar a las capas más ricas de nuestro país, el resto se queda en los laberintos de la burocracia. De todo el presupuesto nacional, 13 por ciento para los jodidos; eso es lo que dice ese libro. Eso es una injusticia, compañeros, porque de ahí se desprende todo el calvario que pasa el que quiere que le hagan una obra; si pide agua potable, le dicen que no hay dinero; si pide un camino, le dicen que no hay dinero; si pide un plan para mejorar su vivienda, ¡no hay dinero!  Pero ¿cómo no hay dinero, si este año se gastaron 4 mil millones de pesos en el presupuesto federal?, ¿dónde quedó ese dinero? Para hacer obras faraónicas, si hay dinero, para hacer grandes puentes que beneficien a los que tienen coche, ahí sí hay dinero; pero para hacer una pequeña obra en un pueblo sin agua, no hay dinero. Nosotros protestamos y le decimos a la clase política nacional que este país ya no puede aguantar el mismo rumbo, tienen que cambiar su manera de conducirlo, tienen que saber que si no hacen un cambio radical, este país puede incendiarse, aunque nosotros no queramos eso. Los antorchistas amamos la paz, los antorchistas nunca predicamos el desastre, nunca hablamos en términos románticos de que este país se va a llenar de balas y de violencia, le tenemos terror a que ocurra eso. Todos los días hablamos con la gente para que no opte por ese camino; pero no podemos negar que de seguir por el mismo rumbo, este país pude salirse de control. Antorcha se pasó 40 años gestionando obras y servicios, luchando de esa manera contra la pobreza. Sin embargo, ahora hay más pobres que cuando empezamos y no podemos, por eso, seguir con la misma tónica. Vamos a seguir peleando obras y servicios, pero a todos los antorchistas y a todos los que estén de acuerdo con nosotros, les mandamos este mensaje en el 40 aniversario: si no cambian las cosas en el país, lo que tendremos que hacer es cambiar a quien gobierna el país.
    Ahora, nuestra meta es reunir una fuerza social que se multiplique por 10. Tenemos que lograr organizar a 10 millones de antorchistas dentro una década, compañeros, en todos los estados estamos creciendo aceleradamente y también vamos a crecer en Tabasco. Si después de esa década no han cambiado las cosas en nuestro país, el llamado de Antorcha será a que tomemos, por la vía institucional, el poder político de México, a que pongamos a un antorchista como presidente de la República. Dentro de 10 años, compañeros de Tabasco nos volveremos a ver por aquí –algunos se van a reír, algunos se van a burlar, como se burlaron de nosotros hace 40 años en Tecomatlán, y ante eso solamente les podemos responder: el que ríe al último ríe mejor–. Como dijo Daniel Osorio García, dirigente del Movimiento Antorchista en Tabasco, ya no vamos a caber en este espacio, vamos a necesitar que nos presten algún estadio donde quepan unos 70 mil antorchistas tabasqueños; ¡dentro de 10 años!  Vamos a seguir celebrando nuestro 40 aniversario en todos los estados del país. Este es el evento número 22, ya llenamos muchos estadios y muchas plazas, solamente nos falta el estadio donde juega el equipo de futbol de Pachuca, que lo vamos a llenar; el estadio de futbol Cuauhtémoc, donde juegan los de Puebla; el estadio de la universidad de Toluca, donde caben 50 mil antorchistas. Y vamos a cerrar estos festejos con 130 mil antorchistas que se reunirán en el Estadio Azteca el 16 de noviembre.
    Esa es la fuerza de Antorcha. No es que no los queramos invitar, no es que no queramos que vayan ustedes, compañeros tabasqueños, lo que pasa es que ya no van a caber, y van a tener que verlo por la televisión porque se va a transmitir en vivo. Así que vayámonos muy contentos, muy orgullosos de lo que hemos hecho, muy felices, porque el que  hace lo que quiere.
    El que dedica su vida a construir sus sueños y sus sueños se van construyendo en la realidad, tiene que ser necesariamente un hombre o una mujer feliz. Vámonos felices como dijo la poesía de Carlos Pellicer, ¡dichosos con lo que tenemos, compañeros! Muchas gracias.