• La Verdad del Sureste |
  • Domingo 03 de Agosto de 2025

Con juegos, vals y diploma, infantes cierran segunda semana del curso Verano en el Papagayo

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Los padres, sentados al lado de sus hijos, siguieron atentamente las indicaciones de la psicóloga Marcela del Carmen Hernández, que en una de las últimas actividades del curso de Verano en el Papagayo 2025, pidió a cada familia que representara en un dibujo los valores que considera importantes.
 

Los “primos”, jóvenes voluntarios que colaboran con el Museo Interactivo Papagayo, distribuyeron rápidamente plumones y cartoncillos a las aproximadamente cien personas, que fueron acomodadas en forma de herradura. Antes de que su reloj marcara los nueve minutos, la psicóloga advirtió: “¡Falta solo un minuto!”
 

Empujados por la emoción de los chiquillos, los padres pasaron en turnos al centro a explicar sus dibujos. Los Sánchez trazaron un corazón que simbolizaba el amor entre ellos. Los Contreras una ceiba que figuraba la fuerza de la honradez.
 

La penúltima actividad hizo brotar todas las energías contenidas de los infantes, y a los padres dejar de ser adultos por unos momentos. Primero, fueron estos últimos quienes guiaron a sus hijos para que mantuvieran sus ojos cerrados. Después, los papeles se invirtieron, los papás apretaron los párpados y se dejaron guiar por sus pequeños en una caminata, desatando las risas de chicos y grandes.
 

“¿Como te sientes?”, preguntó la psicóloga a algunos de los pequeños que, desde el lunes pasado cumplieron con todas las actividades programadas del curso diseñado especialmente para combinar el arte, la ciencia y la diversión durante esta temporada vacacional en el Museo Interactivo Papagayo, de nueve de la mañana a dos de la tarde.
 

Las respuestas no estuvieron exentas de silencios traviesos y aplausos que resonaron en el auditorio. “Me sentí confiado”, dijo uno que fuera él quien hiciera de 'lazarillo'. Una niña exclamó: “Me puse nerviosa”. Y otro, el que parecía ser el más pequeño de los infantes, declaró con un candor transparente y estruendoso: “Tuve miedo, ¡pero estoy feliz!”
 

Después de un vals que fundió a las familias en una alegría de movimientos coordinados, corazones confortados y respiraciones serenas, el director de Museografía del Museo Papagayo y guía educativo, Julio César Magaña de la Cruz, nombró a cada uno de los 54 participantes; la semana anterior, el grupo estuvo integrado por otros 56 niños más. Cada uno se levantó de sus sillas para abrazar a los servidores públicos y voluntarios y posar con su diplomas del Verano en el Papagayo.
 

“El curso cierra con broche de oro, porque los niños vienen, se divierten y están felices, y al final de esta alegría, se suman sus papás. Fue bonito porque los padres de familia pudieron hacer un alto y conectar con sus hijos y tener una presencia emocional con ellos. Me voy contenta porque aparte mi niño participó y estuvo feliz”, explicó la psicóloga Marcela del Carmen al final del acto de clausura.
 

Apenas regresó a su lugar, el niño Félix Samuel mostró el diploma a sus padres. “Los primos fueron muy amables, las coordinadores también. Me gustaron mucho las actividades de reciclaje porque convertimos la basura en cosas útiles. Aprendí a reciclar los desechos y a trabajar en equipo, además aquí hice amigos”, resumió.
 

La coordinadora de Guías Educativos del Museo, Xóchitl Hernández planteó la posibilidad de ampliar la oferta con más semanas de Verano en el Papagayo para el próximo periodo, debido a la gran respuesta positiva del público.
 

“Fue un exitazo. El total de participantes fue de 110 niños, entre las dos semanas; en la primera 56 y en ésta 54. Estamos pensando ampliar nuestras semanas el próximo periodo para ofrecerle al público más días para que los niños puedan disfrutar de un gran Verano en el Papagayo”, reveló.