Reino Unido, Australia y Canadá anunciaron este domingo el reconocimiento oficial del Estado de Palestina, un movimiento diplomático coordinado que pretende revitalizar la propuesta de paz basada en la solución de dos Estados. El anuncio ocurre en la víspera de la Asamblea General de la ONU, mientras Gaza enfrenta una de las crisis humanitarias más graves en décadas.
Los líderes de las tres naciones subrayaron que esta decisión no representa un respaldo a grupos armados, sino un esfuerzo por abrir espacio a una negociación efectiva. El primer ministro británico, Keir Starmer, señaló que el reconocimiento es una medida necesaria para garantizar seguridad tanto a israelíes como a palestinos. Desde Australia, Anthony Albanese lo calificó como un paso dentro de un esfuerzo internacional coordinado. El canadiense Mark Carney sostuvo que la situación es insostenible y que la paz exige reconocer la existencia del pueblo palestino como Estado.
En contraste, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, adelantó que rechazará esta postura en la ONU y aseguró que aceptar un Estado palestino equivaldría a “recompensar el terrorismo”. Organismos internacionales y sectores diplomáticos consideran, sin embargo, que este gesto podría generar presión sobre otros miembros del G7 y de la Unión Europea para seguir el mismo camino.
El impacto inmediato en el terreno sigue siendo incierto, pero el reconocimiento abre un nuevo capítulo en la discusión global sobre el futuro de Medio Oriente, donde la urgencia humanitaria y la búsqueda de una salida política conviven en tensión.